no lo entiendo...

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El agua resbalaba por el vidrio de la ventana del carro de Diego, miraba la carretera, mojada y un poco resbalosa, tenía miedo de que pasara lo mismo de hace años…cuando mamá murió…

-¿Qué piensas niña?-dijo Diego al momento de que me tocaba mi mano izquierda, reaccione instantáneamente.- dímelo, no importa lo que sea.

Lo mire a los ojos, no quería hablar de eso, llegamos a casa, estaciono el auto frente a ella y me toco la mejilla.

-¿Qué te pasa? Me está matando tu silencio.-dijo con voz desesperada.

-es que…me gustas y tu estas con Lexie…-anime mi rostro y me subí en el, cuando vio que hice eso, recorrió el asiento hacia atrás, de tal modo que yo cupiera ahí encima de sus piernas.-¿Quién te gusta más, ella o yo?

Para este momento, ya le besaba el cuello.

-nos va a ver Efrén por la ventana y se va a enojar, después me va a correr…

-no, no, no nos ve, así que dime.-pasaba su mano acariciando mi pie hasta la rodilla, de ahí regresaba hacia abajo.

-claro que tu, sino no estaría aquí, contigo.-atrapo mi boca y me beso agresivamente, gemía por no poder respirar, me faltaba el aire, así que, nos separamos aunque jadeando.-vamos, que sino va a salir tu padre.

Abrió la puerta y tomo mis piernas y debajo de mi cabeza para bajarme cargando, eran solo 48 kilos y 1.54 de estatura, nada, prácticamente.

Me beso una vez más, llegamos al lumbral de la puerta y me bajo.

 -te quiero, niña.-dijo al momento que me abrazo.

-yo también…ahh.-un dolor en el vientre me sofoco y me doble.

-¿Qué te pasa?-dijo Diego preocupado.

-AHH!!!

Del dolor en el vientre, me caí al suelo, papá salió de la casa y solo cerré los ojos… ¿pero qué era lo que veía?

Era yo, como si fuera un espejo, con una mujer, de unos  35 años, cabello rojizo y era bonita.

-Regina!!! Las toallas!-le grito y entonces otra chica se acerco a mí.

-ya llame a la ambulancia.- decía preocupada, tenía el cabello corto, a los hombros y rubio, era algo alta.

Mire mi entrepierna sangrando, me toque, pero no tenía nada, solo en mi reflejo.

Sentí que íbamos en movimiento, entre abrí los ojos y era el auto de Diego, me llevaba mi papá.

-hija, hija ¿estás bien?

Asentí, pero estaba cansada, solo que…ya no me dolía…no se que paso.

sweet dreams...againDonde viven las historias. Descúbrelo ahora