ROMINA HA REGRESADO.

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No tenía porque buscar a Diego, si me engaño, el es el que tiene que venir a pedirme perdón y mas después de lo que paso…

Estaba tirada en la cama, no tenia ánimos de nada, bueno, solo de mi mirar mi pared morada y llorar…

Me levante, algo pensativa.

Yo  no soy así, nunca eh dejado que situaciones como esta me tiren a la cama para solo llorar.

Tocaron mi puerta, me limpie la cara.

-¿Quién?-pregunte, tratando de evitar mi voz quebrada.

-puedo…-entre abrió la puerta.

-no, lárgate.-le conteste con desprecio, y si lo sentía, muy fuerte, tenia ganas de gritarle que se muriera, que se fuera de mi vida…

-perdón hermosa…yo…-quiso tomarme de la mano, pero me zafe, luego entre al baño, detuvo la puerta y entro detrás de mi.-solo déjame hablar…

-¿Cómo para que?-luchaba para que mi voz no se quebrara mas y que no me pusiera a llorar como niña chiquita haciendo berrinche.-ah, ya se.-me quite la blusa.-¿vamos a tener sexo y luego te vas con Lexie?

Me miro, como molesto, lo cual me hizo enojar mas.

-no te comportes de manera.-cerré mis ojos, sentía una avalancha de lagrimas venir.-mirarme.-me beso, pero rápidamente lo empuje.

-eres un cínico.-le di una bofetada.

-tiene 3 meses…

-entonces…

-no te engañé, la deje antes de que hiciéramos el amor tu y yo…-me obligo a mirarlo.-te amo mi niña y creo que aun no te queda claro cuanto, ¿verdad?

Lo abrace.

-perdóname por no querer escucharte, pero…-me hice hacia atrás.- ¿te vas a casar con ella?

Solo me miro…la respuesta era obvia, derramo un par de lagrimas, al igual que yo.

Mi padre me dijo que Diego y Lexie se casarían en menos de 2 semanas…y como siempre, me quedaría llorando en mi habitación.

Eran más de las 3 de madrugada y no concebía el sueño.

Sonreí, debo de admitir que de una forma traviesa.

Tome el celular, fui a mis contactos…y le marque.

Sonó 4 veces.

-¿niña?

-perdón si te desperté amor.

-estaba haciendo una práctica, ¿estás bien?

-no tengo sueño…al fin y al cabo aun no te casas.

-voy en 15 minutos, Efrén esta de guardia y saldrá hasta mañana…

-te espero.-colgue.

Me pare frente al espejo.

-así eres tu Romina.-me reí.-que bueno que volviste.

Encendí unas 13 velas que había en toda la casa, me puse un camisón negro que tenia solo velo en la espalda y me llegaba a media pierna, además me puse media botella de perfume en todo el cuerpo.

Escuche el auto de Diego entrar a la cochera.

Me mire al espejo, si, no había duda de que podía seducir a cualquier hombre que se me pusiera enfrente.

-¿niña?

-pasa amor.-le abrí la puerta y se apresuro a entrar…me miro de los pies a la cabeza.

-no me comas con la mirada…

-lo se.-se acerco muy rápido y comenzó a besarme, y no solo eso, también me mordía…-te amo mi niña.

Todo estaba claro, podía tener a Diego cuando se me diera la gana, también lo necesitaba y lo amaba con todo mi corazón, pero desde hoy, mi corazón quedaba de segunda…aunque duela.

DIEGO

La mire, estaba enredada en su sabana blanca…era una niña.  Como fui capaz de…hermana perdóname, se que te prometí cuidar a tu hija, pero me enamore. Además, solo tengo la culpa de eso, si ella fuera mi sobrina, en este mismo momento me tiraba una bala a la cabeza.

Se estiro y bostezó.

-¿amor?

Me recosté  en  ella y comencé a besarle la espalda.

Se estremeció al sentir mis labios y soltó unas risitas hermosas.

Sonó mi celular.

Estaba seguro de que era Lexie.

Me levante y lo busque en mi pantalón.

-no contestes, ven.-dijo sentándose.

-si Lexie.- se levanto molesta y fue al baño, azotando la puerta.

-¿Dónde estas?

-¿Qué paso, estas bien?

-no.-comenzó a llorar.

-¿Qué tienes? Contéstame.

-estoy…sangrando…

Deje caer el celular…me quede completamente helado.

sweet dreams...againDonde viven las historias. Descúbrelo ahora