La Señal...

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El viaje me pareció que duro minutos, sentía que hace 5 minutos estábamos en el DF y ahora entrabamos a la mansión de Ana.

Todo cambio en menos de dos días.

Nos abrieron la puerta, mi padre nos recibia, corri a sus brazos y me sostuvo con fuerza.

-te extrañe hija.

Su presencia me calmaba, al menos el estaba ahí y me apoyaría…al saber que no me quiero casar, dudo que me apoye en mi locura de irme con Diego.

Usaba un pantalón negro y una camisa blanca.

-estoy a medias.-dijo.-Salí a recibirte.-me acaricio mis manos.-¿Dónde está tu anillo?

¿Cómo decirle? ‘Diego me lo quito anoche que dormimos juntos’

-en mi bolso.-no era mentira, ahí se encontraba. Lo salve de ser tirado por el retrete, argumentando que se lo regresaría a Cristóbal.-¿Dónde está Cristóbal? Necesito hablar con él.

Nego sonriendo.

-nada de verse hasta la ceremonia.-miro a Elizabeth y a Regina.-hola, pasen.-me dejo ahí parada.

Un tipo cargaba la caja del vestido.

Decidí buscar a Cristóbal…

Hasta que una chica y otro tipo me tomaron de los brazos, dirigiéndome a algún lugar…

Entramos a una de las tantas habitaciones de la mansión.

-rápido hermosa.-musito el muchacho.-que solo dispongo de dos horas para dejarte como la novia más bonita del mundo.

-igual yo, aunque contigo no tendremos que esforzarnos.-decía mientras sacaba maquillaje de todos lados y los acomodaba en el peinador.-eres linda por naturaleza.-sonreía de una manera exagerada.

-primero debo hablar con Cristóbal…-parecía que no me escuchaban o me ignoraban.

De repente entro Regina.

-¿Cómo chingados no puedo pasar? –le decía a un señor.-pues si la que se casa es mi hermana, jode esta.-le tiro dedo y cerró la puerta, me miro, yo sonreía asombrada.-no me dejaban entrar.-trato de excusarse y provoco que me riera.

Volví a la realidad.

-llama a Cristóbal, por favor.-suplique.

Me miro seria.

-paso algo con…-mire a los lados y le susurre.-Diego.

-¡muy bien, todos salgan un momento! –abrio la puerta, la miraban confundidos.-¡con una mierda! –susurro.-¡salgan ahora mismo! –les grito.

Me miraron y les señale la puerta.

-solo unos minutos.-les dije, obedecieron.-gracias.

Cerro de un portazo.

-dime.-nos sentamos en la cama.

-anoche Diego fue a tu casa…-me miro sorprendida, abriendo sus ojos como platos.-se quedó a dormir conmigo…-intento hablar pero sabía que preguntaría.-¡no hicimos nada! –Ahora su cara era de incredulidad.-el punto es que dejo a Lexie y quiere que nos vayamos juntos, lejos de aquí.-me miraba, esperaba pero no decía nada, hasta que me desespere.-¡ya dime algo!

Se levantó y me miro.

-¿lo amas?

-como nunca amare a nadie.

-estas dispuesta a dejar todo por el…-me interrumpía, atropellando mis respuestas.

-si…

-a tu padre.-asentí dudándolo.

sweet dreams...againDonde viven las historias. Descúbrelo ahora