Mi papá tenía guardia esta noche, ya tenía como 2 semanas que no se la daban.
Estaba recostada en el camastro, descansando.
-tenemos que hablar.-no abrí los ojos, aunque mi corazón estallaba.
-¿Cómo va Lexie? –trate de sonar lo menos interesada.
-Romina, es enserio.
Lo mire, me atreví a poder perder el control.
-dime que todo es para hacerme enojar.-se sentó en el otro camastro, mirándome.
Me puse frente a él.
-claro, si fuera para hacerte enojar solo insultaba a Lexie.-ironice.-mi boda con Cristóbal es tan real como la tuya con Lexie.-entrecerró los ojos, enojado.
-eso no es cierto, tu no lo amas, sino a mí.-me tomo del brazo.
-déjame en paz.-le dije y me zafe de su mano.-¡y si nada mas vienes a esto, mejor vete! –le grite.
¿Por qué mierda me pasaba esto?
Estaba perfectamente bien con Cristóbal y Diego llegaba a sacarme de mi felicidad.
Y claro, a quien amaba era a él.
Era mala idea ir a mi habitación, así que decidí ir a la cocina por agua.
Realmente guardaba la esperanza de que Tita estuviera ahí y no se hubiera ido ya. Pero ya no estaba.
-escúchame.-me giro tomándome el brazo.
-¡no quiero! –lo empuje.-Diego por favor…-comencé a llorar.-ya no me hagas daño, solo…
Me tape la cara.
Sentí que me abrazaba y volví a empujarlo.
-¡NO! ¡YA NO QUIERO ESTO! –Seguía llorando y gritándole.-ya me canse, siempre es lo mismo, me enojo contigo, lloro, me abrazas y te perdono…-me limpie la cara.-pero ya no, me voy a casar y de verdad…quiero solo estar con él y no engañarlo, no se lo merece.
No me quitaba la mirada de encima.
Me abrazo a la fuerza.
-Diego no…-con todas mis fuerzas trataba de alejarlo, no podía.-no…-buscaba mis labios, los rozaba con ligereza.
Hasta que cedí, rodee su cuello con mis brazos y el tomo mis piernas y me hizo subir a la mesa del comedor.
Ahí, le quite con desesperación su saco.
El me desabrochaba las cintas de mi bikini y me quito la parte de abajo.
Le abrí la camisa sin desabotonarla.
Sentí que me quitaba lo que quedaba de mi bikini (el sostén).
Lleve mis manos a su pantalón, abriéndolo con urgencia.
Me recosté por completo en la mesa.
Sentí sus manos en mis senos, luego bajaban por mi vientre…
Abrí los ojos, angustiada.
No podía hacerle esto a Cristóbal, no podía…
Y entro en mí.
Volví a perderme…
Diego conocía a la perfección mi cuerpo, sabía exactamente qué hacer y cómo hacerlo. Además mi cuerpo amaba sentirse contra el de él.
Se detuvo al escuchar el timbre.
Me baje inmediatamente, tome mi bikini y me lo puse con rapidez.
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sweet dreams...again
Romancetratando de ser una buena persona, Romina fracasa y se vuelve egoista y arrogante, deceando todo sin merecerlo, despues, conoce a su hermana gemela, pero, sin querer, arruina la vida de todos a su alrededor, hasta de ella misma.