Parpadee un par de veces.
La luz me molestaba en mis ojos, los cubrí.
-hija, ¿Cómo te sientes?
Trate de mirarlo.
-mareada.-murmure.
Al recordar, me enderece de repente. Mala idea, el mareo volvió y sentí que se me revolvió el estomago, contuve las ganas de vomitar.
-agua, quiero agua.-logre decir.
Mi papá me sostenía por la espalda.
-respira, tranquilízate.-sentí que alguien me acariciaba el cabello.
-aquí está el agua.-al ver de quien provenía esa voz levante la mirada, ignorando mi asco.
Era Elizabeth. Me sonrió.
-tómala, quizás te sientas mejor.
Se veía muy mal, no parecía la misma mujer que la de la fotografía de papá. Tenía ojeras, mas arrugas de las que debería y en realidad, parecía que jamás se arreglaba.
Bebí el agua, pues volví a sentir el asco.
-soy Regina.-al girar, la chica me tomo por sorpresa, era rubia y algo delgada.
-hola.-le sonreí, volví a ver a Elizabeth.-ya estoy mejor.
Mi papá se sentó a mi lado.
-eres idéntica a Claudia.-Regina se paro frente a mi.-si te hubiera visto antes de saber que eres mi hermana y gemela de ella, hubiera saltado encima de ti y te gritaría.-los ojos se le iban llenando de lagrimas, se las quito inmediatamente.-es bueno conocerte.
Me acaricio la mejilla.
-me dijo Efrén que te casaras en una semana.- Elizabeth me hablo nuevamente.-¿Cómo te sientes? –sonreía.
Suspire, recordando a Cristóbal y a nuestro bebe.
Claro, estoy más que segura que ya estoy embarazada.
-perfectamente bien, de hecho.-sonreí enormemente, saque la invitación de honor que mande pedir especialmente para ellas.-quiero darles esto.
Era una caja de 20 por 10, blanca y con lazo rojo.
La tomo Regina y Elizabeth la abrió.
Con letras doradas decía:
Para mi familia Wilkins Gil, agradeciendo su presencia en mi boda.
Levanto la rosa que cubría la invitación.
-de verdad quisiera que asistieran.-murmure.
Ellas me miraron.
Creo que no deseaban ir…
-claro que iremos.-dijo Regina, sonriendo.-¿va a ser en Guadalajara?
-si, en la mansión de mi novio.-conteste.-¿ira…? –me calle, no sabía si decirle Elizabeth o mamá.
Lo noto.
-mira, si quieres puedes llamarme Elizabeth, no pretendo que me llames madre, aunque si quieres puedes.
-yo le digo Elizabeth.-inquirió Regina, torciendo la orilla de su boca.-ven, acompáñame.-se levanto y me extendió la mano.
La tome y me levante del sillón.
-ahora regreso, con permiso.-fui tras ella.
Tenía el cabello a mitad de espalda, rubio y ondulado.
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sweet dreams...again
Storie d'amoretratando de ser una buena persona, Romina fracasa y se vuelve egoista y arrogante, deceando todo sin merecerlo, despues, conoce a su hermana gemela, pero, sin querer, arruina la vida de todos a su alrededor, hasta de ella misma.