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¿Que tanto puede dañar la inmadurez e irresponsabilidad de una persona a otra? ¡Mucho…!

Eso fue el caso de Kim Hyun Joong, de cuando apenas tenía 19 años de edad, maduro para la sociedad, pero inmaduro e irresponsable para otras cosas y para quienes todo el mundo conocía… Era el "hijito de papi" todo se lo pagaban por el simple hecho de pertenecer a una familia poderosa y multimillonaria, despilfarraba el dinero de sus padres a diestra y siniestra sin tener limitaciones o preocuparse por contarlo… Nada le faltaba, ni siquiera un botón.

¿Pero que pasaría si por tu falta de carácter, inmadurez e irresponsabilidad terminas dañando a alguien que no lo merece, y peor aún, permitir que tus padres terminen encubriendo tu crimen cuando deberías enfrentarlo? Los señores Kim terminan pagando una considerable suma de dinero al juez, fiscal, abogados y a todos los involucrados que llevaban el caso de un accidente de tránsito que ocasionó la muerte de varias personas, y sobre todo de una pareja de esposos que dejaban a un niño huérfano de tan 10 años de edad para cerrarles la boca y no querer ver la vida de tu único hijo truncada. 

Fue tanta su irresponsabilidad que terminó llevándose por delante a varios vehículos, y uno de ellos le pertenecía a la pareja de esposos Heo que viajaban con su pequeño hijo de 10 años, no midió las consecuencias que su irresponsabilidad le acarrearía problemas, y todo por creerse el dueño del mundo y oír las voces de sus amigos que lo incitaban a echarse unas carreritas como Toretto mientras se encontraba ebrio.

Todo hubiera acabado en un juicio e ido a la cárcel por lo menos unos 20 años, eso decía su sentencia más una multa de 10 millones de dólares por conducir en completo estado de ebriedad, y si no hubiera sido por sus padres que sobornaron a la autoridad y a los testigos que presenciaron los hechos, no hubiera podido continuar con su vida… Toda su vida se hubiera acabado en un abrir y cerrar de ojos a los 19 años de edad.

Mientras los señores Kim terminaban por limpiar el nombre de su hijo con dinero, en una funeraria no muy lejos del centro de Seúl había alguien que sufría por la ausencia de sus padres, un niño de tan sólo 10 años de edad que lloraba a mares por haber perdido a los seres que le dieron la vida de la forma más horrible y cruel… No tenía a nadie, ni siquiera a un amigo para que le diera unas palabras de aliento o un abrazo de consuelo. Se había quedado totalmente sólo.

Afortunadamente el seguro de sus padres cubrieron los gastos funerarios y de sepelio, y lo que restó le sirvió para pagar algunas deudas y la renta de su casa alquilada. Los del gobierno habían aceptado ayudarlo, pero con el tiempo lo olvidaron… Terminó en un orfanato de monjas, no era un buen lugar, además de carecer de muchas cosas, pero al menos tenía un lugar donde pasar la noche y no morir de frío en algún rincón obscuro de esta gran ciudad, al ser mayorcito nadie quería adoptarlo así que por su cuenta tenía que salir a buscar para no morir de hambre… Su sufrimiento y dolor, lo convirtió en valor y determinación por salir adelante y de aquel lugar innospito que carecía de todo, ni tuvo tiempo para llorarle a sus padres.

—Perdonanos Young Saeng por no poderte ayudar… Los mayores prefieren a niños más chiquitos o bebés. —Le dijo la madre superiora con una expresión tranquila y serena, debía mostrarse así para no hacer sentir mal al pequeño. Aunque Young Saeng era bonito, nadie quería elegirlo como hijo.

—Lo entiendo —Dijo el pequeño, a la vez que mordisqueaba un pan dulce. —Bueno madre, saldré por un rato… No me esperen, no sé a que hora llegaré.

La madre superiora se alejó al verlo ponerse de pie, no lo detendría, sólo lo dejó marcharse como siempre lo hacía todas las tardes… A eso de las 5pm salía y llegaba a las 3am, y aunque sabía a donde iba no estaba en su derecho de reprocharle nada, Young Saeng era un niño muy bien portado, obediente y atento en todo, además de ayudar con víveres para el orfanato, eso era el elemento principal que hacía falta, todos los días llegaban niños y no víveres. Estaba agradecido con el menor, a pesar de verlo triste todos los días y con algunos hematomas en el cuello que le dejaban los hombres con los que se acostaba.

AMOR POR INTERÉS ||HYUNSAENG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora