AMOR POR INTERÉS ||HYUNSAENG

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No olviden leer el
capitulo anterior.

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—¿Ahora a donde, señor?—le preguntó el menor, ya dentro del auto.

Hyun Joong giró la cabeza para observarlo con una ceja alzada, realmente ofendido por el trato y cambio drástico del menor hacia a él.

—No me llames así, no me gusta—le corrigió.

—¿Usted acaba de comprarme no es así? Entonces debo tratarlo como tal, profesor Kim Hyun Joong—le respondió dolido. Le había dolido en el alma que Hyun Joong pagara por él, después de recibir las dichosas indicaciones por parte de su jefe y de como tratar a su nuevo cliente, supo en ese momento que Hyun Joong se había convertido en uno más de sus clientes.

No sé porqué ahora se estaba sintiendo así, defraudado y dolido con el hombre que tenía sentado en el asiento de copiloto de su auto.

Hyun Joong en más de una ocasión, le había dicho que lo ama, entonces porque le estaba pagando. Si él tenía toda la intención de corresponder sus sentimientos, de poner en el último lugar el dinero y ponerlo a él en primer lugar. De tener citas románticas, hacer algo juntos, salir de paseo, no era de esas personas cursis, pero por Hyun Joong, intentaría serlo, llamarlo por apodos cursis si es posible. Pero con lo que acababa de hacer, Hyun Joong le estaba demostrando que era uno más del montón, y cuando no tenga dinero ¿que hará?

Como también, acababa de demostrarle a su jefe, que tenía los recursos suficientes para comprar a una prostituta.

—Young Saeng, mírame—le pidió Hyun Joong, al notar que Young Saeng tenía la vista pegada en el volante negandose a verlo.

Young Saeng mordió su tembloroso labio inferior, para evitar que un sollozo lastimero escapara de sus labios.

Se sentía decepcionado.

No quería llorar frente a Hyun Joong.

—¿Cuánto pagaste por mí?—preguntó luego de unos largos segundos en silencio. Sin querer, Hyun Joong lo había sentenciado por otros diez años más al Night Club y debía enmendarlo. Sólo si se enamoraba de verdad, había una posibilidad de abandonar esa vida.

Y por supuesto, su salida del Nigth Club era un hecho. Esas fueron las palabras de su jefe.

—Eso no importa ahora—respondió desinteresado.

—¿Sabes que con lo que acabas de hacer, me acabas de condenar por diez años más?—apretó los labios con fuerza para evitar llorar de tristeza y rabia. Apretó las manos en el volante.

Al analizar con cuidado las palabras del menor, Hyun Joong le miró anonadado, cayendo en cuenta a que se refería. Eso no era verdad ¿cierto?

—¿Yo no…?

—Dejalo—le cortó—. ¿A dónde quiere ir?

—Young Saeng, de verdad yo no la sabía— se apresuró en decir, intentando reparar sus acciones apresuradas que por supuesto, ya eran inútiles—. Yo sólo quería pasar más tiempo contigo que no supe que hacer para mantenerte a mi lado, no sabía que mis acciones te traerían problemas. Lo siento— y por más que se disculpó, arrepentido por lo sucedido, no obtuvo más que un chillido del menor.

Young Saeng no quería llorar ahí mismo, no quería verse vulnerable frente a Hyun Joong, no quería verse afectado por las acciones apresuradas de Hyun Joong, pero demonios, como había dolido al enterarse por una llamada telefónica que Hyun Joong lo había comprado. Así como una vez, Kim Soo-Hyun le compró. Él decía amarlo, quererlo aunque todo resultó ser una vil mentira, porque para verlo, Soo-Hyun debía de pagar al Nigth Club. Y cuando llegó el día de hacer oficial su relación, Soo-Hyun huyó y él tuvo que recibir el castigo, así que terminó renovando el contrato por diez años más.