AMOR POR INTERÉS ||HYUNSAENG

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Había pasado la semana entera tratando de acercarse a su lindo estudiante, pero este al parecer no mostraba ni el más mínimo interés en él… Apenas era un «Buenos días, profesor» y «Hasta mañana, profesor», y eso lo frustraba. Quería algo más que sólo saludos cordiales y genuinos. Heo Young Saeng realmente le atraía, como un imán que atrae al metal, sin embargo nada podía hacer cuando el menor no ponía nada de su parte con conocerlo… Era distante y frío.

Se estaba quedando sin armas para siquiera obtener un poquito de atención de parte de su lindo estudiante. Aunque cabe recalcar no le agrada para nada ver a su lindo estudiante ser tocado por otros. En estos días lo pudo presenciar, lo encontraba cada día con un chico diferente detrás de los jardines del lado oeste de la universidad, dándole a entender que era sexualmente activo o si sus oídos y vista no le fallaran, diría que el menor vende su cuerpo para obtener dinero… Había oído decirle a uno de sus acompañantes que le cobraba 50 mil dólares por el servicio completo, no quería pensar mal del lindo chico pero su comportamiento ninfomano le daba mucho en que pensar.

Ahora mismo se encontraba en un dilema, si seguir a su terco y moribundo corazón o dar por finalizado un amor imposible… Como cuando antes los profesores eran mal vistos y considerados pervertidos o acosadores por enomorarse de un estudiante, pero ahora que la ley no prohíbe nada de eso, es como si estuviera de nuevo en esa época donde todo el mundo era señalado y condenado.

Pero que terco puede ser el corazón a veces y más aún cuando eligió a quien amar…

Allí estaba de nuevo él, con otro chico detrás de la cancha de entrenamiento, sometido contra la pared mientras un chico de 4to ciclo lo penetraba sin piedad y rápido, oírlo gemir con su linda voz de ángel lo hubiera adorado si las circunstancias fueran otras, pero verlo de esa manera y con otro, una venita más se rompía dentro de él.

—H-he oído que ninguno de tus amantes han logrado hacerte correr, ¿eso es verdad? —, le cuestionó el chico con la voz jadeante mientras mordisqueaba de su cuello.

—Sin marcas —, le advirtió el lindo jovencito de mejillas rellenitas y blanditas, apartando el rostro ajeno de su cuello. El chico le miró decepcionado, quería marcar esa bonita piel blanca con sus dientes, pero Young Saeng jamás se lo permitiría, reglas estrictas del jovencito. Aunque moría por hacérselo uno, debía respetar su decisión—. ¿Por eso viniste a mí para comprobar si el rumor era cierto?

El chico asintió.

—Es verdad… Nunca he tenido un orgasmo, y es por eso que todo el mundo me busca para follar y lograr hacerme venir… Y ninguno lo ha logrado, ¿tú crees poder hacerlo? —, le retó levantándole una ceja coqueto a la vez que le obsequiaba una sonrisa de la misma forma.

—¡Joder!

—Eso es un no.

Sonrió divertido.

—Yo ya me corrí tres veces y tú nada~

En sus labios se dibujó una sonrisita de decepción, luego de mirar el vientre del menor todo seco mientras el punto de unión de sus cuerpos estaba completamente empapado y chicloso de su propio semen.

Young Saeng sonrió victorioso al notar la frustración en su joven amante.

—Prometo que para la próxima tomaré 100 botellas de redbull y te haré correr nene—, le prometió el chico antes de besar su frente con ternura y luego marcharse con una sonrisa de satisfacción en sus labios.

Young Saeng recogió sus prendas del piso y se los puso rápidamente, agarró su celular luego de escuchar el sonido de una notificación entrante y una sonrisa amplia se dibujó en su rostro al ver de que se trataba, "100mil dólares han sido transferidos a su cuenta" no podía estar más que feliz.