Capítulo 24

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By Tom

Durante todo el viaje es tuvimos hablando y cuando no supimos que tema de conversación tomar, pusimos música en la radio y empezamos a cantar las que más nos sabíamos, en ese momento me di cuenta de que Bill tiene una voz muy linda y melodiosa, y al parecer una muy buena resonancia, al final de cada una de las canciones soltaba un tipo gemido que le salía a la perfección y se notaba que no era fingido, Dios, gemía muy bien. Le salia tan natural.

En la radio empezó a sonar una canción de Britney Spears, la cantante favorita de Bill, siempre que se bañaba o arreglaba la casa solía poner las canciones de Britney solo que yo no siempre lo escuchaba, siempre supe que tenia una voz angelical pero nunca lo sobrepensé tanto como ahora.

Se movia sutilmente al ritmo de la música mientras cantaba la canción y su cabello hacia un buen contraste con los movimientos de su cuerpo y cogia una pose chula haciéndolo ver más atractivo.

- ¡TOM! - me había distraído por completo así que no tuve control sobre el volante y me salí de carril yendo a la dirección contraria apunto de chocar el carro con una motocicleta pero Bill fue más rápido y dirigió el volante hacia su derecha con fuerza y evitó el choque, la motocicleta se fué pitándome y soltando groserías mientras que Bill y yo nos miramos a los ojos y nos quedamos en silencio durante unos segundos y luego Bill estalló en carcajadas contagiándome a mi también.

- ¿De...de que te ríes? - pregunté entre risas.

- De que eres un pésimo conductor - respondió de la misma manera que yo. - ¿Estas seguro de que eres chófer? - dijo intentando recomponerse.

- Por supuesto que si, solo que tu presencia me distrajo.

- ¿Yo? - se llevó su mano izquierda al pecho en señal de indignación, acto que me hizo dar más risa - Oye ya, tampoco es para tanto, párale - contestó burlándose de mi.

- Okey okey, esta bien ¿seguimos? - asintió y se acomodó otra vez en el asiento mientras se arreglaba el cabello que se le había revuelto por el casi impacto.

Seguí manejando hasta que llegamos al parque de diversiones, estacioné el auto en uno de los parqueaderos y cuando entramos al lugar ví los ojos de Bill brillar con una energía infantil.

Cogió mi mano y me jaló para ir corriendo detrás de el y yo como idiota le seguí el camino, corrimos durante varios minutos hasta llegar al centro de todo el lugar, paramos por unos segundos por falta de oxígeno y me puse a mirar todo el lugar, que por cierto era increíblemente enorme, puse mis manos en mis rodillas e intenté regular mi respiración.
Regresé a mirar a Bill y el estaba con mucha más resistencia que yo, si el se lo proponía podría ser un maldito velocista.

Mi cabeza empezó a dar vueltas mirando todo lo que nos rodeaba, habían muchos juegos y cuando digo muchos es porque son muchos, también habían muchísimos puestos vendiendo golosinas, recuerdos, pulseras, habían puestos en los que si jugabas te daban algo a cambio si ganabas, tambíen habían maquinitas y obviamente también habían muchos niños correteando y jugando, las parejas estaban besándose y los padres de los niños les tapaban lo ojos, se veía muy infantil y cliché para mi gusto pero cuando vi el rostro de felicidad de Bill me retracté de todo y me tragué todas mis ganas de irme ya de este lugar.

- ¿Es muy bonito todo no es así? - le sonreí y asentí. - ¿Cuánto dinero tienes?

- ¿Porque?

- Porque planeo gastarte todo lo que tienes aquí. - su sinceridad fue muy notoria por lo que solo negué con la cabeza divertido.

- No te diré cuanto tengo - me miro con una mueca decepcionada - Tu solo pídeme lo que quieras y yo te lo concediré, seré tu genio de la lámpara por hoy - dió pasos acelerados hacia mi y me abrazó por lo hombros colgándose de mi, lo cogí de la cintura y lo alcé dándole vueltas por el aire.

Amor mutanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora