Capítulo 25

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Lisa tiene que pasar el día siguiente en San Diego, y Rosé está resolviendo no sé qué crisis en una galería de La Jolla, de modo que vuelvo a mi apartamento antes de las ocho y me llevo la sorpresa de encontrar a Taehyung despierto.

¿Se puede saber qué demonios te pasó? —dice a modo de bienvenida —. Desapareciste como por arte de magia.

Lo sé. Soy una pésima compañera de piso, pero te compensaré invitándote a desayunar.

¿Y me lo contarás todo?

Te lo prometo —contesto mientras me hago una cruz en el corazón.

Acabamos en Du-par's, de Ventura Boulevard, y cuando le cuento lo de Jiyong, lo que Brody me dijo y las correspondientes explicaciones de Lisa, demuestra lo buen amigo que es poniéndose totalmente de mi parte.

Brody es como un hermano sobreprotector y Lisa está demasiado colgada de ti para darle importancia. Por otra parte, no le pidió a Jiyong que te contratara, solo le habló de tu currículo.

Tienes razón —contesto.

Dado que Lisa y yo estuvimos muy ocupadas anoche resolviendo nuestros problemas —y lo dolorida que estoy esta mañana da buena fe de ello— decido cambiar de conversación.

Esta es mi última semana entre los desempleados, por lo tanto ¿qué te parece si vamos a ver una película?

Al final son dos, porque no tiene sentido ser una holgazana sin trabajo si no lo aprovechas al máximo, y regresamos al apartamento atiborrados de palomitas y refrescos.

Aunque no son ni las cuatro, Taehyung va directamente a su dormitorio para cambiarse y ponerse el pijama. Yo me dispongo a hacer lo mismo cuando alguien llama a la puerta.

Un momento —grito.

Si se trata de Jin pienso echarlo sin miramientos; y si es Brody, también.

Pero resulta que no se trata de ninguno de ellos, sino de Edward.

Buenas tardes, señorita Kim —saluda y aunque mantiene su habitual corrección veo una chispa de humor en su mirada—. La señorita Manobal me ha pedido que me disculpe en su nombre porque no puede pasar el día con usted para celebrar su nuevo empleo.

¿De verdad? —sonrío traviesamente porque anoche lo celebramos a lo grande. Sexo para celebrar, sexo para compensar... Un poco más y recorremos toda la gama.

Desde luego, y si me lo permite quisiera felicitarla yo también por su nuevo trabajo.

Gracias, Edward, pero no hacía falta que Lisa lo enviara. Ya me felicitó cuando nos vimos anoche.

Sí, pero estoy aquí para entregarle su regalo; o mejor dicho, para llevarla hasta él.

Lo miro con aire desconfiado.

¿De qué está hablando?

Me temo que tengo órdenes tajantes de no decírselo.

Está bien, deje que avise a mi compañero de piso.

El señor Kim también está invitado, naturalmente.

¿Ah, sí? —Esto se está poniendo interesante. Me vuelvo hacia el dormitorio de Taehyung y grito—: ¡Eh, Kim! Cambio de planes. Nos vamos a... alguna parte.

Asoma la cabeza por la puerta con media camiseta fuera. Se la vuelve a poner y mira a Edward.

—¿Qué? ¿Adónde dice que vamos?

Union Ties | Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora