-Te prometo que esta mañana estás espléndida —me dice una sonriente Rosé mientras estoy de pie con mi bata de seda roja y la luz de la mañana entra por la ventana—. ¿Crees que estás preparada? Podemos ir despacio si lo prefieres.
—Lo estoy, gracias. ¿Te ha explicado Lisa mi reacción de ayer?
Pedí a Lisa que le dijera que mi crisis había tenido tanto que ver con el hecho de posar como con lo que Rosé iba a pintar.
—Sí, y te diré exactamente lo que le contesté. Aparte de que tus cicatrices significan que te has autolesionado, no tengo nada en contra de que aparezcan en el cuadro. Con algunas modelos, especialmente con las profesionales, tengo la impresión de pintar algo demasiado perfecto. Siempre prefiero las cosas tal como son. De verdad, Jennie, te sacaré bien.
—Te creo.
Cambio de postura y apoyo una mano en el barrote de la cama mientras alargo la otra hacia los visillos.
—¿Algo así, quizá?
—No estoy segura —dice Lisa detrás de mí. Me coge por la cintura con ambas manos y me gira hacia la ventana—. ¿Y si ponemos un ventilador en la terraza para que los visillos ondeen al viento?
—En ese caso tendrás que volver a colgar los que arrancaste ayer — contesto con una sonrisa traviesa.
—¿Qué? —pregunta Rosé.
Lisa se echa a reír.
—¿Tú qué opinas? —le pregunta directamente haciendo caso omiso de mi comentario acerca de los visillos.
—Tú eres la jefa.
—Y tú la artista.
Rosé arquea una ceja y me sonríe.
—Esto sí que es una novedad. Según Jisoo nuestro benefactor no acepta sugerencias de nadie.
—No estoy aceptando sugerencias —responde Lisa—. Solo te pido tu opinión, pero no he dicho que fuera a hacerte caso.
Rosé me estudia y da una par de vueltas a mi alrededor. Entonces me desplaza unos centímetros a la izquierda y después a la derecha. Lo piensa mejor y me ladea.
Da unos pasos atrás y mira a Lisa con expresión pensativa. Esta se acerca, me mueve hacia delante y después me cambia de ángulo.
—A ver si os decidís —exclamo, porque empiezo a sentirme como el mueble que soy y al que pagan por serlo.
—La verdad es que me gusta así —dice Rosé—. No te muevas, Jennie. Creo que se me acaba de ocurrir una idea.
Me esfuerzo por no moverme mientras intento mirarla con el rabillo del ojo.
—¿Qué te parecería un reflejo? —pregunta Rosé a Lisa y pasa junto a mí antes de que esta tenga tiempo de contestar—. Te juro que esto va a quedar increíble.- Empuja uno de los ventanales y deja la pared completamente abierta salvo por el panel que tengo delante—. ¿Ves lo que quiero decir? ¿Tengo razón o no?
Vuelve al enorme lienzo que tiene apoyado contra la mesa, cambia de postura, como si buscara algo y señala.
—Ahí lo tienes. Su reflejo en el cristal, la brisa y la mujer mirando hacia el mar. Quedará impresionante.
—¿ Y su cara? —pregunta Lisa.
—Oculta. Seguramente mirará hacia abajo. En cuanto al reflejo no se verá, no será nada gráfico. Confía en mí. Es perfecto.
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Union Ties | Jenlisa G!P
RomanceJennie Kim siempre ha estado destinada a más. Bajo su dulce personalidad oculta una larga historia de sufrimientos. Conocerá a Lisa Manobal, fría e inescrutable, con oscuros secretos y una vida difícil. ¿Qué pasará cuando sus vidas se crucen? La vid...