Capítulo 28

897 55 0
                                    

¿Qué haces aquí, madre?

Pasa junto a mí y escruta el apartamento con expresión de desagrado.

Luego se acerca al comedor, aparta una silla con la punta de los dedos, la limpia cuidadosamente con el pañuelo que lleva en el bolso y toma asiento con la espalda muy erguida y las manos entrelazadas sobre la mesa.

La sigo, me dejo caer en la silla situada frente a ella, apoyo un codo en la mesa y el mentón en la mano.

Mi madre me sonríe con la misma falsa sonrisa que dedica a los cajeros de los bancos y los dependientes de gasolinera.

Lo vuelvo a intentar:

—¿Por qué has venido a Los Ángeles?

Yo diría que está claro, ¿no? —responde—. He venido a ayudar.

De acuerdo en que no es mi día de mayor lucidez, pero no sé de qué me habla.

Con Lisa Manobal —aclara.

Noto un nudo en el estómago.

¿De qué estás hablando, madre?

De la foto, naturalmente. Leí el pie de foto. ¿Por qué no me dijiste que te cortejaba una mujer como Manobal? No lo entiendo. A pesar de que no es un hombre, es la primera buena noticia que tengo tuya desde que te mudaste a California.

La miro con rostro inexpresivo.

A ver, querida, si realmente lo que pretendes es casarte con alguien como Manobal será mejor que te asegures de no decepcionarla porque te puede dejar por otra en cualquier momento.

Sí, eso es fácil. Por lo que sé ya lo ha hecho.

Me mira de arriba abajo con los labios fruncidos.

Está claro que tenemos mucho que hacer. —Saca el móvil de su bolso de Chanel—. ¿Cuál es el mejor spa de los alrededores? Primero nos centraremos en tu maquillaje. Gracias a Dios sigues teniendo un pelo precioso, aunque lo lleves hecho un asco. Haremos que le corten las puntas. Luego encargaremos ropa nueva y nos ocuparemos de este apartamento. Si Taehyung tiene especial cariño por algo podremos guardarlo en el trastero.

He roto con ella, madre.

Juro por Dios que se pone de color verdoso.

—¿Que has hecho qué? —A juzgar por su tono bien podría haberle dicho que solo me quedaban veinticuatro horas de vida—. ¿Cómo has cometido semejante estupidez?

¿Que por qué? —Me cuesta encontrar las palabras para explicárselo —. Pues porque tiene un serio problema con la necesidad de controlarlo todo, ¿te suena?

Se levanta con los movimientos lentos y contenidos que son habituales en ella cuando está enfadada. Una dama no debe dejarse llevar por las emociones. Una dama debe mostrar el debido comedimiento.

Pobre idiota —dice fría y tranquilamente—. Siempre has sido demasiado lista para tu propio bien. Ruby Jane es la más lista, más que nadie. Solo Ruby Jane sabe lo que hay que hacer.

Así es madre. Solo Ruby Jane sabe lo que Ruby Jane quiere.

Tiene el rostro tan contraído que casi puedo ver cómo se le cuartea el maquillaje.

Eres una consentida y una desagradecida. No sé por qué me he tomado la molestia de venir a verte. Me voy a mi hotel y entretanto será mejor que reflexiones sobre qué vas a hacer con tu vida, lo que quieres y lo que vas a tirar por la borda. Cuando estés en condiciones de hablar como una persona sensata volveré.

Union Ties | Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora