18.

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Luz

"Si no me muevo, no pasará nada".

Era lo que pensaba en ese momento sintiendo los brazos de la peliverde rodeandola, y su cabeza recargada en su hombro. Honestamente se sentía incómoda por ese acto tan repentino. Claro que el perfume de la señorita la embriagaba en el buen sentido, estaba tensa al igual que la chica asi que, para relajar el ambiente incómodo que se había creado, relajó los hombros y permitió ese contacto, recargando su cabeza en la de Amity.

—¿Ariana Grande?—soltó en un murmullo con los ojos cerrados, refiriéndose al perfume.

—Es solo para dias casuales.—respondió la Blight en su oido, hasta su voz le pareció sexy en ese tono suave.

—Me gusta, es dulce.—le regresó la jugada de hablarle en el oido, girando la cabeza y casi rozando sus labios con el lóbulo de su oreja.

Fue mucho para la chica por lo visto, pues se alejó completamente roja, con una sonrisa nerviosa y los ojos abiertos de par en par. No se veía molesta y eso era un alivio, ya que pensó que la había incomodado.

Hubiera dicho otra cosa que le gustaba de ella, pero Alador ya había vuelto decepcionado con el teléfono en la mano.

—La pizza llegará pronto, pero yo me iré al hospital a ver a Edric—comentó desilusionado, era demasiado divertido para Luz escuchar esa frase, tratándose de un padre refiriéndose a su hijo—. Mittens, tu mamá dijo que te quedes a atender a Luz, asi que se quedarán solas un par de... horas.

Pensó que la señorita contestaría seriamente como solía hacerlo, pero solo aumento su sonrojo y sus ojos parecían querer saltar de sus cuencas. Empezó a titubear cosas que no se entendían y al final logró formular una frase.

—¡S-si, no hay pro-problema!

A ambos castaños les pareció muy extraño viniendo de la peliverde, la conocían lo suficiente como para saber que ese comportamiento no era propio de ella.

Y cómo son igual de lentos, no le dieron gran importancia.

—Bien, nos vemos. Tengan cuidado.—el hombre se despidió de ambas y salió en su propio auto que estaba más adentrado en la cochera.

—Tu papá es muy... gracioso—dijo la morena sonriendo viendo la puerta por la que había salido el señor—. Es todo lo contrario a tu mamá, en el sentido de que uno es más suelto que el otro.

—Si bueno, los polos opuestos se atraen. Eso dice mi madre cada que le preguntamos que vió en mi papá hace tantos años.

—Pues, es guapo y tiene un apellido conocido.—señaló la latina, mirando hacía otro lado indiferente.

—Mi madre no es tan superficial como crees—eso le llamó la atención, asi que su mirada se posó en la ojos dorados, quién miraba al piso pensativamente—. Es refinada y de gustos muy extravagantes y costosos. Habla con los más adinerados por qué solo con ellos tiene un tema de conversación interesante, segun ella. Y definitivamente desprecia a la clase baja por no "trabajar más para cambiar su posición".

No sabía si le decía eso para empatizar con ella o tratar de comprenderla, pero definitivamente la mujer no le estaba agradando en lo más mínimo.

DelincuenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora