Ya era domingo y Luz seguía sin tener contacto con la Blight. Debido a su pequeña herida insignificante había faltado a la escuela, justificando con que estaba muy enferma. Esa es la versión que le dió a todo mundo. Ese fue su último mensaje a Amity, quién le mandó un par de mensajes después de ese, y los siguientes que ella mandó no fueron contestados hasta el dia de hoy.Según sus hermanos Amity estaba a reventar de trabajos extra curriculares. Se le hacía algo muy clásico de su novia, en el fondo ella estaba orgullosa y feliz por ella, pero no le gustaba que se agobiara tanto con trabajos.
Y que no tuviera tiempo para ella.
Es decir, ¡Vamos! Recibió una bala en el abdomen, lo minimo que se merecía era algo de atención y cariño de su adorada noviecita. Claro, ella desconocía del balazo que tenía, pero aún así merecía algo de afecto.
Muy decidida, se levantó del suelo de su cuarto rápidamente y sin quejarse, eran demasiados días sin estar con la Blight y estaba recién bañada, podía salir tranquilamente. Tomó su celular y cuándo se disponía a llamarle, recibió una llamada de ella primero. Sonrió, jurando que sus mentes estaban conectadas.
—Blight, al fin se de ti. ¿Que ocurre?—con una sonrisa de oreja a oreja escuchó la voz de su novia que era más neutra de lo normal.
—¿Podemos vernos en la cámara del olvido? Tengo el día libre y... siento que te lo debo.—por alguna razón, ese tono le daba la sensación de una empresaria ocupada, que caminaba con tacones altos a una reunión con una empresa importante. Le parecía atractivo.
—¡Si! ¿A que hora nos vemos?
—¿Puedes a las 3? Tengo que pedir permiso y, hacer un par de compras antes de ir para allá.
—Muy bien princesa, yo debo arreglarme—fue rápido por la ropa que se pondría, no solía pensar que ponerse, pero para ir con Amity sienpre trataba de estar presentable—. Nos vemos, te quiero.
—Tambien te quiero. Tengo tanto que contarte.—escuchó un resoplido parecido a una risita y después de eso, un pitido que le dijo que la llamada había acabado.
Buscó alguna chaqueta, empezaba a hacer frío y se iría en lo más cómodo que encontrara. Eso de ir presentable no era tan enserio, pero a su novia no le importaba si se iba en un cosplay de Adam Sandler.
Encontró la chaqueta de rugby que Eda tuvo en su juventud, fue un regalo de ella y sonrió poniéndosela encima de una camiseta blanca. Para no irse en pans se puso un pantalón azul algo gastado y salió de su cuarto bajando rápido las escaleras, ni sentía el dolor.
—Wow, ¿A donde crees que vas?
—No puedo estar encerrada por siempre—Tomó un casco para la motocicleta, afortunadamente Owlbert la había traído—. Saldré con Amity.
—No autorizo—Eda se puso en la puerta cruzada de brazos, como un jefe final—. Debes reposar, tienes un agujero que casi te traspasa en el abdomen.
—¿Que clase de mafioso lleva armas de tan bajo calibre? Déjame pasar, Eda.
—Oye, no puedes ignorar tus heridas solo por estar con tu novia—se dió cuenta de que, aunque hablara Luz no la escucharía—. Luz, olvidalo, no saldrás hoy.—al darse la vuelta incrustó la llave de la puerta en ella y bloqueó su salida.
—¡Ey!
—¡A tu cuarto a descansar!—Dió un aplauso fuerte y lo último que vió fue a la castaña subir las escaleras frustrada y haciendo berrinche.
Caminó a la cocina suspirando, Owlbert, Hooty y King estaban ahí callados. Estaban escuchando claramente.
—No digan nada.
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Delincuente
RandomLuz Noceda es una adolescente que trabaja para "La Dama Búho" en completo anonimato de su identidad, convirtiéndose asi ambas en las criminales más buscadas de Bonesbourgh y de Estados Unidos en general. Le gusta su vida de criminal y en si no sufre...