Capitulo 5

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La luz del amanecer apenas iluminaba el cielo cuando el teléfono de Ryu-jin resonó en su mesita de noche. Frotó sus ojos somnolientos antes de contestar, encontrándose con la voz tranquila de Shi-oh al otro lado de la línea.

—Buenos días, Ryu-jin. ¿Te gustaría desayunar juntos?

—¿Cómo? —sin duda la pregunta la despertó en segundos.

—¿Quieres desayunar conmigo hoy?

—¿Solo hoy? —cuestionó con una pequeña sonrisita de lado. Era como ver a la princesa Ana recién levantada como en la película, durmiéndose, hablando y estando despeinada.

Ryu-jin no quería revelar su dirección tan fácilmente, más que todo por el hecho de que si un hombre iba a recogerla a su casa, todo sería un caos, y tras de que no la dejarían salir, le prohibirían por completo hablar con ese hombre a menos de conocerlo, bombardearlo con preguntas e invitarlo (in)directamente a que tuvieran sexo para extender los genes de la familia.

—Suena bien, pero estoy un poco lejos. ¿Podemos encontrarnos en algún lugar?

—Claro, ¿Qué te parece en Doogo?

—¿En tu empresa?

Ryu-jin, aliviada, aceptó la propuesta. La llamada terminó y ella se levantó emocionada a arreglarse para ver a ese chico lindo que ocupaba sus pensamientos día a día.

Debía elegir muy bien su vestimenta, quería llamar la atención de Shi-oh, pero no quería usar nada elegante para no levantar sospechas de cualquiera en su hogar.

Negro, el mejor color para vestir a su parecer. Sus botas de tacón, sus jeans con una abertura en la pierna izquierda, su blusa corta y ajustada que dejaba ver su abdomen, todo era negro, a excepción de su chaqueta beige con un par de diseños pintados por ella misma meses atrás.

—Me veo genial.

—¿A dónde vas, Ryu-jin?

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—¿A dónde vas, Ryu-jin?

Maldito sea el segundo en el que su madre la vio a nada de salir, tenía que inventar algo rápido.

Piensa, piensa...

—Van a vender un nuevo café en la cafetería que me gusta. La fila será larga.

Geum-joo se rió ligeramente: —No tienes que levantarte tan temprano para eso. ¿Quieres que compre la cafetería para ti?

Eso suena maravilloso...

¡No te desvíes, boba!

—No creo necesario llegar a ese extremo —sonrió— déjame ir, mamá, por favor —suplicó juntando sus manos.

—Bueno, pero si te da tiempo, ven a desayunar con nosotros, siempre tienes hambre.

—¡Sí, señora! —hizo una pose militar por unos segundos antes de dar la vuelta e irse.

𝗩𝗘𝗡𝗘𝗡𝗢 ||Strong Girl Nam Soon||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora