𝗩𝗘𝗡𝗘𝗡𝗢 ||Strong Girl Nam Soon||

Capítulo 17

Ryu-jin se observaba en el espejo, con el vestido de novia adornando su figura. El suave brillo de la tela y los detalles delicados resaltaban su belleza etérea, pero su reflejo mostraba una mezcla de emociones que luchaban por salir a la superficie. La habitación estaba tranquila, dejándola a solas con sus pensamientos mientras se preparaba para el momento que se aproximaba.

De repente, la puerta se abrió y Nam-in, entró, la expresión seria en su rostro indicaba que tenía algo importante que decir.

—¿Qué pasa, Nam-in?

—Necesito saber... ¿es esta realmente la mejor opción para ti?

La mayor bajó la mirada por un momento, sintiendo un nudo en la garganta. Sabía que Nam-in se refería a Young-tak y el matrimonio a segundos.

—Sé que parece difícil de entender, pero... sus palabras se atascaron en su garganta mientras luchaba por encontrar la manera de explicar sus sentimientos.

—Sigue siendo Shi-oh la persona que amas.

—Sí, lo es. Pero las circunstancias... ya sabes.

—No deberías casarte con alguien que no amas en realidad.

—Soy consciente, Nam-in... pero será por poco tiempo.

—¿Qué tienes en mente?

—Esperaré a que mamá olvide el tema por completo para poder buscarlo. Se lo prometí y no puedo fallarle, pero no sé cuánto tiempo me tome.

Nam-in la miró con comprensión, asimilando sus palabras con seriedad. Sabía que su hermana estaba atrapada en una situación difícil, pero admiraba su valentía.

—Entiendo. Estoy aquí para ti, pase lo que pase. Siempre te apoyaré.

—Gracias, hermanito —sonrió aliviada, abrazándolo.

—Me voy, papá ya casi viene por ti.

Bong-go entró en la habitación de Ryu-jin con una sonrisa radiante, listo para guiarla hacia el lugar donde la esperaba Young-tak.

—¡Estás perfecta, princesa!

Con una sonrisa, Ryu-jin se puso de pie, lista para seguir a su padre hacia el lugar donde comenzaría su nueva vida. Juntos, salieron de la habitación y se adentraron en el opulento pasillo del hotel.

El lugar de la ceremonia estaba decorado con exquisito gusto, con arreglos florales magníficos y una ambientación inimaginable. Grandes ventanales permitían que la luz del sol se filtrara suavemente, bañando el espacio en una luz cálida y acogedora.

Los invitados estaban sentados en elegantes sillas blancas, expectantes ante el comienzo de la ceremonia. El camino hacia el altar estaba adornado con pétalos de rosa, creando un sendero para la novia mientras avanzaba hacia su prometido.

Ahora se encontraron frente al altar, listos para intercambiar sus votos matrimoniales. Con las manos entrelazadas, comenzaron a expresar sus sentimientos el uno al otro:

—Gang Ryu-jin, desde el momento en que te vi, supe que eras la persona con la que quería compartir mi vida. Prometo amarte y respetarte, celebrar tus triunfos y apoyarte en tus desafíos. Prometo ser tu compañero en todas las cosas, tu confidente en todas las preocupaciones y tu amor inquebrantable en todos los momentos. Estoy profundamente agradecido por cada momento que pasamos juntos y prometo dedicar mi vida a hacerte feliz.

Ryu-jin tomó una respiración profunda: —Querido Oh Young-tak, desde el momento en que te conocí no creí acabar en esta situación, pero me alegra. En ti he encontrado más que un compañero de vida, he encontrado a mi confidente. Te amaré y te apoyaré todos los días de nuestra vida juntos.