Capitulo 13

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Ryu-jin y Shi-oh descendieron por las escaleras metálicas, el eco de sus pasos resonando en el silencioso camino al laboratorio subterráneo. Las luces rojas parpadeaban intermitentemente, iluminando débilmente el lugar mientras se adentraban. Shi-oh abrió la puerta, dejando que ella entrara primero, ambos se detuvieron frente a la persona que les daba la espalda. Una mujer de estatura similar a la de Ryu-jin era quien estaba ahí.

Quizá si se hiciera otro corte... y una rutina de skincare.

¡Concéntrate!

—Buenas tardes, soy Joanne Shin —acompañó su presentación con un movimiento de cabeza, pero fue totalmente ignorada.

—¿Quién es y por qué la trajiste contigo? —preguntó en ruso.

—Es de los míos.

Debería considerar aprender este idioma, parece que lo voy a necesitar.

—¿De los tuyos? —una aterradora sonrisa se posó en sus labios, causándole escalofríos.

Si Shi-oh me daba miedo, esta hijueputa me da aún más.

—El antídoto se hace con liebres de mar. Pavel se ocupa del narcotráfico. Yo investigué las liebres así que los derechos del antídoto son todos míos.

—Van a matarte con esa actitud.

Shi-oh soltó una risa nasal: —Preferiría no morir, ¿Qué debo hacer? —sonrió— ¿debo hacer lo que hiciste tú? Sí me equivoqué y les ofrezco un ojo ¿crees que me perdonarán? —apartó el mechón de cabello que le cubría media cara.

Ay no, que es esto, por Dios, que acabo de ver.

La imagen era tan desagradable para la joven que quería taparse la cara e irse corriendo. Siempre, por alguna razón, todo lo que tuviera que ver con daños faciales (a los ojos más que todo) le causaban un malestar inimaginable.

La mujer intentó ahorcarlo, pero él le apartó la mano como si nada mientras se reía.

—Binbin... ¿Sabes donde está? ¿está vivo?

—Un ojo nunca a poder salvarte.

—Tal vez, pero, por ahora, tengo dos ojos. Y la tengo a ella, que se arrancaría el corazón del pecho si se lo pido —finalizó en ruso por lo cual Ryu-jin no pudo entenderle.

Ryu-jin y Shi-oh salieron de la habitación, subiendo las escaleras que los llevarían de vuelta a la oficina principal. Mientras ascendían, Ryu-jin no pudo evitar la curiosidad y se volvió hacia Shi-oh con una mirada curiosa en sus ojos.

—¿Qué dijiste al final?

Shi-oh frunció el ceño ligeramente, su expresión mostrando una leve vacilación antes de responder: —No era nada importante.

Ryu-jin asintió, aunque podía detectar la falta de convicción en la respuesta. Sabía que él estaba ocultando algo, pero decidió no presionarlo más en ese momento.

—Bueno... y ¿por qué no vino Kyle con nosotros?

Shi-oh suspiró: —Está atendiendo otros asuntos junto al secretario Yoon.

Ryu-jin asintió, aceptando la respuesta aunque todavía sintiera cierta intranquilidad en su interior.

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𝗩𝗘𝗡𝗘𝗡𝗢 ||Strong Girl Nam Soon||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora