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     Nikolett estaba esparramada sobre las gradas mirando hacia la pista donde los entrenamientos seguían, más temprano Danny los había subido a un helicóptero para que su padre evaluara a los pilotos desde otro angulo, de vez en cuando le daba sus opiniones a los chicos pero terminaba callándose al tener la mirada de Jack sobre ella, aunque luego se burlaba con el señor Moore.

     Ahora era algo simple, por así decirle, acostumbrarlos a la fuerza de arranque y practicar las vueltas esquivando conos, con flojera tanteó el asiento sobre ella para tomar su teléfono contestando la llamada.

     —LuLu—saludó sonriendole a la pantalla.

     —¿Dónde estás? Eso no parece tu casa—carcajea.

     —Nena, ¿te escapaste?—apareció un chico rubio junto a Louise—. A nuestro triciclo le falta una rueda.

     La castaña levantó su brazo izquierdo apuntando con la cámara frontal a la pista, riendo cuando escuchó los gritos de sus amigos por la bocina.

     —¿¡No estabas castigada!?—Colt chilló histérico—. ¿Qué hiciste?

     —No hice nada, ridículo. Estoy cumpliendo mi castigo en Silverstone—con un poco de molestia en su espalda se sentó correctamente—. Papá dejó CAPA, ¿no es maravilloso?

     —Wow wow wow, frena Niko—la morena recuperó su teléfono—. Más despacio, recuerda que somos lentos.

     Pero Nikolett los ignoró:—Y ahora está haciendo de entrenador, no he tenido tiempo de investigar los alrededores...—pronto los ojos azules de la chica brillaron—. Acompáñenme al recorrido.

     Dirigió su mirada a la pista encontrando su padre muy ocupado analizando a los corredores con su típica cara de cuatro letras, así que aprovechó la oportunidad para salir corriendo como alma que lleva el tren lejos de las gradas, escuchaba a sus amigos muertos de la risa así que supuso que se veía chistosa en el video.

     Finalmente había llegado a la instalación, toda sudada pero era lo de menos, se tomó la libertad de conocer todos los pasillos, subir y bajar escaleras, saludar al personal, tomar fotos para el recuerdo, Nikolett parecía una vlogger mostrando cada detalle a su alrededor para que sus compinches virtuales se ubicaran de mejor manera.

     —Y...al parecer aquí van a entrenar también—anunciaba la chica admirando la habitación—. Wow, esto es bellísimo—susurró con una enorme sonrisa.

     —Hey, nena, quédate con nosotros—se burló Colt seguido de Louise—. Niko, no te vayas.

     Pero ella había dejado de escuchar, colocó su mano enyesada sobre uno de los asientos donde los chicos entrenarían con Gran Turismo, regresó la mirada a la puerta por si alguien se acercaba y al tener la vía libre se dejó caer en la silla dispuesta a jugar una partida.

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     Iba manejando uno de los Nissan GT-R con su nombre por la pista, tenía puesto su propio traje de Nomex con su licencia bordada en la parte trasera del cuello, estaba de lo más feliz hasta que una corriente repentina de frío invadió su cuerpo obligandola a despertarse, con sus ojos casi abiertos soltó una queja mientras se ponía en posición fetal al ver que Jack Salter se había adueñado de sus sábanas y las dejaba caer al piso para que no pudiera tomarlas.

     —Levántate, vas a correr con los demás—se acercó a su hija besando rápidamente su frente para después golpearla con una almohada—. Estás castigada pero no vas a andar de floja.

     Con pereza rodó por la cama hasta llegar al otro extremo y así poder levantarse a tomar una ducha, ya cambiada con un short, una camiseta normal azul pastel y unos zapatos cómodos salió de su habitación.

     Recargó su cuerpo de la puerta para abrirla mientras terminaba de atar su cabello con una liga, la chica caminó hasta la mesa tomando dos tostadas que bañó de mermelada para empezar a comerlas al mismo tiempo que llenaba un vaso de agua, unos minutos después había terminado por lo tanto ya estaba lista para irse, aunque un choque con algo la detuvo.

     —¡Oh! Lo siento mucho—la chica Salter levantó la cabeza encontrándose a un Jann nervioso con su uniforme de la academia.

     —No te preocupes, Jann—sonrió retrocediendo un poco, no podía creer que ni al hombro le llegaba—. ¿Vienes a desayunar?

     —¿Eh? Ah, no...no, es que dejé mis auriculares aquí anoche—Jann trotó un poco para llegar a la mesa y tomarlos, se quedó unos segundos extra dándose ánimos para hablar—. ¿Sabes?...es un poco raro que...tú sepas mi nombre, pero yo no conozca el tuyo.

     Al tenerlo cerca nuevamente, la castaña soltó una risita mientras extendía su mano izquierda:—Nikolett Salter, es un placer.

     —Niko—respondió al saludo tomando con cuidado la mano sin yeso de ella—. ¿Correrás con nosotros hoy?

     (Quiero que se imaginen a Archie diciéndolo con su acento, muerte jsjs)

     —Así es, órdenes de Salter mayor.

     Juntos salieron del comedor hablando de cómo se sentía Jann en los pocos días que llevaban de entrenamiento, a petición de Nikolett, claro está, riéndose de las actuaciones al momento de arrancar el auto ya que el chico no estaba acostumbrado a la fuerza o de los crueles reclamos que Jack Salter les hacía.

     —Típico de papá.

     —¿Es cierto lo que él dijo el primer día? ¿Tú también eres piloto?—al notar que se estaba pasando de chismoso se alteró—. ¡Perdón! No quise...

     —En realidad no sé si lo sea—Nikolett tamborileo sus dedos sobre el yeso en su antebrazo—. Me encanta este mundo, pero papá no me quiere en él y ahora tiene más razones desde que choqué en una carrera ilegal.

     —¿Ahí corrías?—Jann bajó un poco la mirada, observándola.

     —Si...creía que era la única forma, pero la terminé arruinando más—rió avergonzada.

     —¡Oye, McQueen!—gritó Jack Salter por el megáfono al ver a su hija—. ¿Qué esperas? ¡Tú inicias!

     Nikolett soltó una fuerte carcajada deseándole buena suerte a los chicos cuando les pasó por el frente colocándose los auriculares que colgaban de su cuello para comenzar a correr por la pista, la brisa refrescaba su rostro cada metro que avanzaba, luego de unos minutos junto a ella pasó su padre en un auto rojo y se estacionó a lo lejos, para seguir torturando.

     —¡A correr gamers! ¡Esto debe ser nuevo para ustedes!—habla el hombre por su querido megáfono—. ¡La última vez que estiraron las piernas fue para ir por bocadillos a la heladera!—rápidamente giró su cabeza a la derecha y gritó—. ¡Si sigues de graciosa serán cuatro meses, Nikolett!

     —¡Señor, sí señor!—respondió la de ojos azules aguantando la risa.

     —Si se cansan, se descuidan—continúa el mayor—. Si se descuidan, salen heridos...¡Y luego pierden carreras!

     Con agilidad la menor de los Salter dio un giro comenzando a correr de espaldas moviendo frenéticamente sus brazos para darles ánimos a los demás, gritando que faltaba poco para terminar, una pequeña mentira piadosa que buscaba impulsarlos a esforzarse más, como todos, Jann estaba llegando al límite así que se concentró en la energética hija del jefe de mecánicos y pronto la vio saltando y riendo en cámara lenta haciéndolo sonreír.

     Hasta que se tropezó terminando acostada sobre el pavimento.

     —Te dije que no andaras de chistosa—volvió a hablar Jack rodando los ojos al ver a su hija carcajeándose como una maniática mientras rodaba hasta el césped para no ser un obstáculo en el camino de los futuros pilotos de carreras.



𝙁𝙚𝙚𝙡 𝙄𝙣𝙫𝙞𝙣𝙘𝙞𝙗𝙡𝙚 ━━𝘑𝘢𝘯𝘯 𝘔𝘢𝘳𝘥𝘦𝘯𝘣𝘰𝘳𝘰𝘶𝘨𝘩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora