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     Mordía sus uñas estando recostada en la pared frente a su padre y Danny, que hablaban sobre lo sucedido en susurros, no sabía como le darían la noticia a Jann.

     —Jann...—Nikolett exhaló aliviada acercándose al chico por el lado izquierdo de la camilla—. Con cuidado, tranquilo...lento—lo ayudaba a sentarse mientras parpadeaba tratando de alejar las lágrimas.

     —Estoy bien...estoy bien—hablaba con la voz ronca tratando de calmar a ambos Salter, pero no pasó por alto la mirada de Danny—. ¿Qué pasó?

     Padre e hija compartieron una rápida mirada:—Primero que todo, no fue tu culpa, ¿ok?—le habló Jack—. Fue un accidente inusitado...

     —¿Alguien salió herido?—preguntó el chico buscando la mirada de la chica presente que le acariciaba la mano, el jefe de mecánicos informó que fue un espectador—. ¿Murió?

     —Fue un accidente...no fue tu culpa, ¿si?—la muchacha se apresuró a hablar al ver la cara de Jann que comenzaba a alterarse—. No fue tu culpa, cielo...

     Danny comenzó a dar la explicación del nombre de aquella parte de la pista, significaba "aeródromo", que con el viento de frente los autos eran posibles velas, pero no ayudaba en nada, Jann lloraba más fuerte mientras sollozaba que no debió estar ahí.

     —Alguien murió porque las carreras son peligrosas—dice Jack con firmeza.

     Con cuidado de no tocar los moretones, Nikolett puso sus manos en el rostro del moreno dejando caricias buscando inútilmente darle calma, besaba su frente como si pudiera quitarle todo ese dolor para que no sufriera más, no se merecía estar pasando por esa tormentosa situación, no le gustaba verlo así.

     —¡Váyanse!

     Sorprendida, la chica lo soltó como si este quemara y las lágrimas que se estaba aguantando rodaron por sus mejillas, Jann no los quería allí en esos momentos, abrazándose a la sábana de la camilla buscando protección, su padre la tomó con suavidad de los brazos para sacarla de allí.

     —Pa..no, no quiero...Jann—balbuceó intentando acercarse al muchacho.

     —Déjalo, Niko...dale espacio—Jack afirmó un poco más su agarre para dirigirse a la salida.

     —Pero...

     Cubrió su boca con fuerza buscando ahogar sus propios sollozos al salir de la habitación del hospital, quitó las manos de su padre de encima suyo comenzando a correr perdiéndose por el pasillo, entró al baño para encerrarse en uno de los cubículos, ¿y ahora a quién tendría que venderle su alma para detener el dolor de Jann Mardenborough? Porque lo haría sin dudar.

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     Los días pasaban extremadamente lentos, ya Danny había hecho la entrevista con los medios informando sobre el accidente y que todos en Nissan acompañaban a la familia del difunto en su dolor.

     Todas las mañanas Nikolett iba a la habitación de Jann tocando la puerta, pero el chico nunca le dejaba pasar y le pedía que lo dejara solo, luego de ser rechazada regresaba a su cuarto sintiendo la impotencia de no poder hacer nada, parecía rutina...una muy tormentosa.

     Sus amigos le habían obligado virtualmente a que saliera a tomar aire fresco, así que ese día les hizo caso y luego de avisarle a su padre dejó el hotel kilómetros atrás, tomó asiento en una banca para tomar una foto de las construcciones que envió al grupo como evidencia de que les había obedecido.

     —Linda vista, ¿no?

     Al reconocer la voz pegó un brinco levantándose de su lugar poniendo distancia:—Vete de aquí, Nicholas—escupió con molestia, detrás del corredor estaban su jefe de mecánicos y una chica que en su vida había visto.

     —Es un espacio público, Niko—se burló el rubio acercándose a ella—. ¿Cómo sigue tú noviecito gamer?

     —No me llames así y no hables de Jann—la chica intentó irse pero Nicholas la tomó con fuerza del brazo—. ¡Suéltame! ¡Te dije que te quería lejos de mí!

     —¡Eres una malagradecida! ¡No puedo creer que después de que intenté cuidarte me trates así!—atacó jalándola hacia él.

     —¡Ja! Si, claro—Nikolett rió con ironía empezando a enumerar los problemas entre ellos—. ¡Solo dijiste lo de las carreras porque lo que querías es que fuera llorando a tus brazos! ¡Por poco y destrozas mi habitación! ¡Te encontrabas con otras chicas! ¿¡Crees que no te escuchaba reírte con este imbécil de estar saliendo con la hija de Jack Salter!?—con su mano libre señaló al hombre a sus espaldas—. ¡Tratándome como un trofeo mientras pisoteaban a mi padre! ¿¡Qué sucede contigo!?

     De un fuerte tirón se liberó de Nicholas tomando una buena distancia mientras recogía su bolso:—Madura, Nicholas...porque eres un asco de persona—levantó una mano deteniendo así un taxi—. Y deja a Jann tranquilo, ve a hacerte una vida.

     Finalmente cerró la puerta y luego de darle la dirección al conductor se largó de allí.

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     Jack había llevado a Jann de vuelta a la pista, y decidió contarle sobre el accidente que el hombre tuvo en Le Mans: estaba anocheciendo el primer día cuando iba saliendo de la curva Tertre Rouge, el Ford que había rebasado se sacudió, ambos perdieron el control y el auto de Salter dio tres vueltas antes de chocar con la barrera, incendiándose al instante, los rescatistas lograron sacarlo solo con los guantes en llamas, pero lo demás estaba intacto.

     El otro auto no quedó ileso, terminando en pedazos, y Tony, el piloto del Ford había fallecido camino al hospital. 

     —Dijeron que no fue mi culpa—repitió lo que se le había dicho a Jann—. Nunca volví a manejar un auto de carreras. Perdí el valor. Perdí la oportunidad de saber qué tan bueno habría sido—dijo con sinceridad—. Renuncié. He tenido que lidiar con eso...toda la vida—Jack soltó una risa mientras sus ojos se cristalizaban—. Incluso estoy obligando a mi propia hija a hacerlo...

     Hubo un silencio en el que Jann aprovechó para limpiar las pequeñas lágrimas que corrían por su rostro:—¿Niko?—como le dolió decir su nombre sabiendo que la estuvo alejando de él.

     —Si...—suspiró con una sonrisa—. Ella fue la que te sacó del auto—la sorpresa se apoderó por completo del corredor—. Se subió a un Safety Car y manejó hasta aquí, fue tan rápido que nadie en los pits pudo detenerla...

     Jann mordió su labio recordando cuando vio a Nikolett manejar en la academia y ahora se estaba enterando de eso, de lo que ella hizo por él.

     —Si te quieres retirar nadie te culpará. La mayoría lo haría. Pero presiento que no eres como la mayoría—Jack volvió a hablarle—. Creo que puedes ser el mejor. Pero si quieres demostrarlo, si quieres ser piloto debes volver a la pista ya. Si no lo haces ahora, jamás lo harás—el hombre se acercó al lado de copiloto extendiéndole las llaves del Porsche—. El choque no definirá lo que eres...pero tu forma de reaccionar a ello sí.

     Y así Jann Mardenborough tomó el volante del auto terminando su vuelta, listo para afrontar lo que vendría.




𝙁𝙚𝙚𝙡 𝙄𝙣𝙫𝙞𝙣𝙘𝙞𝙗𝙡𝙚 ━━𝘑𝘢𝘯𝘯 𝘔𝘢𝘳𝘥𝘦𝘯𝘣𝘰𝘳𝘰𝘶𝘨𝘩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora