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     Al mismo tiempo que las semanas pasaban también el número de corredores se iba reduciendo, los seis restantes caminaban ya vestidos con sus trajes de Nomex al circuito para esperar a que el jefe de mecánicos llegara, se llevaron una sorpresa cuando vieron a Nikolett vestida igual a ellos mientras se terminaba de colocar el casco para ingresar junto a uno de los instructores al Nissan.

     Una, dos, tres vueltas llevaba y los muchachos veían emocionados como la menor de los Salter corría al mismo nivel que se les exigía a ellos, pronto las sonrisas desparecieron de golpe cuando Leah les avisó que Jack Salter estaba en la pista de brazos cruzados.

     Nikolett estacionó el auto frente a los pits de la academia cuando finalizó su cuarta vuelta, luego de que salieran del vehículo la castaña se quitó el casco y bajó la balaclava hasta su cuello para soltar un chillido al aire mientras su copiloto elogiaba sus habilidades, estaba feliz, se sentía viva otra vez.

     —¡Nikolett!—la muchacha casi deja caer el casco por el furioso grito de su padre, sintió que la sangre bajaba hasta sus pies.

     —Pa...yo te, te lo puedo explicar...yo eh..—balbuceaba al ver como su progenitor se acercaba hasta estar frente a ella—. Estaba...

     —¿¡Qué fue lo que te dije!?—Jack estaba rojo de la ira, los labios de Niko temblaban al intentar hablar—. ¡Responde! ¿¡Qué fue lo que te dije!? 

     —Q-que...tenía prohibido...manejar—no podía ni verle la cara.

     —¡Exacto!—el mayor caminaba de un lado a otro para tratar de calmarse—. ¿¡No entiendes un "no"!? ¡Te quitan el yeso y lo primero que piensas es en esto!—señaló la pista.

     Nikolett tomó fuerzas y comenzó a gritar también:—¡Esto es lo que amo! ¡Tú debes entender!—ella también estaba molesta—. Estás entrenando a otras personas para esto, y yo que he pedido tu apoyo por años me dejas de lado—no la malinterpreten, estaba feliz por los chicos de la academia pero le frustraba—. ¡No tienes moral para decirme que no corra!

     —¡Y mira cómo terminó!

     —¿¡Por qué no confías en mí!? ¡Soy buena en esto!

     —¡Claro que lo hacía! ¡Pero una noche me llamaron del hospital porque habías chocado en una carrera ilegal!—para Nikolett, una puñalada dolía menos que saber que su padre no confiaba en ella—. No te voy a mandar a que te mates, grábatelo de una buena vez.

     —El que no me dejes manejar es lo mismo—habló con la voz quebrada, la chica estaba haciendo un esfuerzo sobre humano para aguantar las lágrimas—. Igual estás matándome.

     Jack presionó con el pulgar y el indice su tabique soltando un suspiro:—Tienes dos opciones—comenzó—. Los pits o te vas a casa.

     —Papá, por favor—suplicó la castaña—. No me hagas esto, no es justo.

     —Tú decides: pits o casa—al ver que su hija no hablaba presionó un poco—. ¿Entonces?...—asintió luego de escucharla susurrar "pits" con dolor—. Bien, ve a cambiarte y vas directo a tu habitación, no te quiero ver en los entrenamientos hoy.

     Desde las gradas los chicos estaban inmóviles luego de escuchar la fuerte discusión entre padre e hija, vieron con lástima a Nikolett salir corriendo del lugar mientras Jack se pasaba las manos con frustración por la cara, lo único que Jann quería hacer era ir por la energética chica que le gustaba y darle un fuerte abrazo.

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     Luego de cerrar de un portazo la chica se dejó caer al piso llorando todo lo que se había guardado por tantos años, pero esta vez sintió algo distinto, ya no tenía casi de esa pequeña luz de esperanza que la impulsaba a seguir luchando por ser piloto de carreras, las lágrimas que rodaban por su rostro era por el dolor de una despedida, el sueño de la Nikolett de seis años se estaba escapando de sus dedos.

𝙁𝙚𝙚𝙡 𝙄𝙣𝙫𝙞𝙣𝙘𝙞𝙗𝙡𝙚 ━━𝘑𝘢𝘯𝘯 𝘔𝘢𝘳𝘥𝘦𝘯𝘣𝘰𝘳𝘰𝘶𝘨𝘩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora