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     Cuando la noche llegó Nikolett salió del baño terminándose de secar el cabello, sus dedos se enrollaron alrededor de la manija cuando escuchó que tocaban la puerta y al abrirla quedó sorprendida por tener al chico que tanto la estaba preocupando.

     —Yo...Jack me dijo que estas podrían gustarte—con timidez le entregó a la castaña un ramo bien pomposo de Milenrama—. En serio lamento haberte alejado, Niko...por favor, perdóname.

     —Ay, Jann...—dejó con cuidado las flores en la mesa que había cerca y lo tomó de la mejillas—. Necesitabas espacio, no te preocupes, ¿si?—al tener las manos del moreno en su cintura le dio un pequeño beso en los labios.

     Hizo que Jann entrara a la habitación y ambos se tiraron sobre la cama para ver una película no sin antes dejarse poner una crema para los golpes que Nikolett tenía guardada, él estaba recostado entre los brazos de la chica recibiendo los mimos que ella le daba, eso era lo que necesitaba para sentirse mejor.

     —Gracias, Niko—dijo Jann observándola con un diminuto puchero.

     Ella bajó un poco la cabeza para verlo con curiosidad:—¿Por qué lo dices?—Nikolett sintió que Jann apretaba un poco más el agarre en su cintura y la miraba con los ojos casi cristalizados—. ¿Que pasa?

     —Jack me dijo que tu fuiste por mí—resumió comenzando a soltar pequeñas lágrimas.

     —Siempre lo haré, cariño—con delicadeza limpió las gotas saladas de sus mejillas—. Te prometo que todo estará bien.

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     Unos días después se reunieron todos en un restaurante para escuchar lo que Danny tendría para decirles, la parte buena es que la comisión de automovilismo había exonerado a Jann de culpa, pero lo malo es que CAPA y otras escuderías estaban exigiendo que les cancelaran la licencia iniciando una campaña anti-pilotos virtuales, por la presión, Nissan también estaba considerando cancelar todo.

     La cara de Nikolett estaba roja de furia, estaba a nada de soltar todo el diccionario de groserías que conocía así que pidió un permiso para irse a fuera del restaurante a tomar aire, justo en ese momento un número no registrado pero que conocía empezó a llamarla, con sus dedos peinó su cabello hacía atrás y lo bloqueó nuevamente.

     —Debemos demostrarles a todos que pertenecemos—habló Danny.

     —¿Cómo?

     —Llegando al podio en Le Mans con un equipo de pilotos virtuales—responde el hombre mirando a Salter y a Jann.

      Jack soltó unas risitas incrédulas:—Para empezar, necesitamos dos pilotos más—siguió hablando.

     —Matty ha competido en circuitos inferiores después de la academia, y también está ella..—el hombre señaló a la chica que acababa de salir del local—. Lo pueden hacer. Tengo fe en ti, Jann.

     —Espera..¿Niko? ¿Mi hija, Nikolett?—el jefe de mecánicos se estaba comenzando a alterar.

     Danny asintió con una pequeña sonrisa:—Vi su amor por las carreras desde el día uno, Jack. Yo le dí el permiso de manejar cuando le quitaron el yeso y todos la vimos hace poco—confesó buscando la aprobación del hombre a su idea—. Ella sabe lo que hace.

     Se alejaron un poco de la mesa para que Jack pudiera hablar con el corredor diciéndole que hasta la fecha había hecho cosas increíbles pero Le Mans era algo distinto, era la carrera más exigente del mundo por lo tanto peligrosa al ponerte a prueba.

     —Yo no pude con ella—dijo Jack tratando de luchar con una sonrisa que amenazaba salir—. Pero sé que tú sí puedes. ¿Sabes que puedes?

     —Seamos inmortales.

     Al avisarle a Danny que estaban dentro en aquella descabellada idea, solo faltaba verificar si contaban con los pilotos y empezarían con la más cercana, los adultos mandaron a Jann para que buscara a la chica Salter que seguía absorta con la brisa fría que soplaba en su rostro.

     —¿Qué pasa?—ambos chicos llegaron—. ¿Jann si correrá en Le Mans?—ella soltó un chillido abrazando al muchacho cuando los adultos le informaron que si—. Faltarían dos pilotos más entonces...como..

     —Como tú—Jack interrumpió a su hija con una gran sonrisa.

     —¿Qué?—Nikolett retrocedió un poco mientras escuchaba a Danny repetirle con más claridad la propuesta—. Espérate...¿Es una broma cierto?—su voz se quebró un poco observando a Jann, Danny y luego a su padre.

      —Tú me dijiste meses atrás que el no dejarte conducir era lo mismo que enviarte a tu muerte...soy tu padre y te quiero viva, Niko, en todos lo sentidos.

     Sin esperar ni un segundo más se abrazó con fuerza a su padre soltando varios sollozos, ahí lo tenía, el sueño de la Nikolett de seis añitos estaba justo en frente, a metros de volverse realidad luego de que pareciera algo imposible en cierto punto.

     —Ok ok...me vas a llenar de mocos la camisa—Jack soltó una risa separándose con cuidado de su hija.

     —¡No seas así!—un pequeño hipo se escapó de sus labios tratando de secar sus lágrimas.

     —¿Entonces, Niko?—la gran sonrisa que Danny tenía era incomparable.

     —Hagámoslo.

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     El jet privado de Nissan aterrizó sin ningún problema, y los tres hombres que iban allí bajaron para encontrarse con Matty en la pista del aeropuerto, mientras los más jóvenes hablaban para terminar de limar las asperezas, los adultos se acercaban al gran avión de DHL.

     —¡Matty!—los pilotos giraron en dirección de aquella voz, Nikolett corría contenta hacia ellos.

     —¡Hey, Niko!—el muchacho recibió con gusto el abrazo de reencuentro.

     —Te dije que te llamaríamos para Le Mans—recordó con una gran sonrisa luego de tomar distancia.

     Nikolett se fue con los adultos no sin antes dejar un rápido beso en la mejilla de Jann, los jóvenes pilotos la siguieron con la mirada presenciando una divertida escena entre padre e hija, Jack trataba de sacarle a la muchacha el gran hoodie del Rayo McQueen, que se había vuelto a poner antes de bajar del avión, y mientras le decía que lo iba a quemar, ella tiraba de la manga con Danny a sus espaldas muerto de la risa.

     —Todos vimos el besote que se dieron en Alemania—bajo la mirada pícara de Matty las mejillas de Jann se pintaron de rojo y sonrió algo avergonzado—. No perdiste tiempo, fideo.

     —¡Oigan!—Danny llamó a los chicos—. ¿Están listos para esto?

     Otro chillido salió de la boca de Nikolett Salter al ver el auto que utilizarían en la carrera:—¡Estoy teniendo otro orgasmo visual! ¡Ay!—pasó sus manos por su nuca al recibir otro zape de su padre—. ¡Deja que me exprese tranquila, anciano!

     —Este auto...es mucho más ligero, mucho más rápido que los GT-R que manejaban—gritó Jack ignorando a su hija—. Es más rápido en la curvas...requiere más delicadeza, ¿ok?—explicaba acercándose al vehículo—. Si no lo controlan, se les va a ir. Como sea...les va a ir bien.

     Siendo abrazada por los hombros por su padre, Nikolett se giró un poco para ver a Jann, como siempre sucedía sus miradas se encontraron y compartieron una suave sonrisa.

     —Me avisas cuando empiecen con sus cursilerías...—Matty habló de repente—. Para voltearme.

     —Arruinaste el momento—se quejó Jann, pero luego los dos comenzaron a reírse.








𝙁𝙚𝙚𝙡 𝙄𝙣𝙫𝙞𝙣𝙘𝙞𝙗𝙡𝙚 ━━𝘑𝘢𝘯𝘯 𝘔𝘢𝘳𝘥𝘦𝘯𝘣𝘰𝘳𝘰𝘶𝘨𝘩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora