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     Una alarma comenzó a sonar por la habitación despertando al dueño de esta, Jann se estiró un poco para alcanzar su teléfono sobre la mesita de noche y apagarlo, pero ya no podía conciliar nuevamente el sueño.

     Volteó a su derecha al sentir el movimiento de otro cuerpo sobre el colchón, sonrió alegre al encontrarse con Nikolett dándole la espalda con la cabeza cubierta por una almohada, solo se veían las puntas de su cabello castaño, cuidadosamente levantó la sábana para que no le estorbara mientras se acercaba para abrazarla recostándose en su cuello, pronto la chica soltó un suspiro quitando con pereza el cojín de su rostro y acariciar el brazo de Jann sobre su cintura.

     —¿Qué hora es?—murmuró levemente para luego cubrirse la boca al bostezar.

     —Casi las ocho..—le respondió con la voz algo ronca, Jann soltó una risa—. ¿Por qué no abres los ojos?—dejó suaves besitos en la mejilla de la muchacha haciéndola sonreír—. Niko...abre los ojitos...

     Finalmente y con mucho esfuerzo sus párpados se abrieron:—Buenos días...—su voz salió algo amortiguada por su mano, confundiendo al chico—. ¿Y si tengo aliento mañanero?

     Nikolett, escuchando una fuerte carcajada se giró abrazándose al torso del moreno apoyando la cabeza en su pecho sintiendo las vibraciones de la risa, no podía apartar su mirada de esa maravillosa imagen de Jann recién levantado con la cara un poco hinchada por dormir, sus dedos acariciaban cada centímetro de su rostro esperando pacientemente a que dejara de reírse, lo cual fue pasando de a poco.

     —Jann...—la muchacha le llamó cubriéndose la boca con la sábana—. Tu mano está bajando mucho...

     —¿En serio? No me había dado cuenta—se hizo el desentendido—. Tienen vida propia.

     Ella sonrió mientras rodaba los ojos con gracia, tenía la pierna derecha sobre la cadera del chico, sintiendo como Jann manoseaba su muslo dejando que sus palmas viajaran cada vez más lejos hasta casi rozar el borde de su ropa interior y luego subir a su cintura, Nikolett aprovecharía la distracción para dormir otro poco sintiendo los tibios labios ajenos besar con amor su frente.

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     Se encontraban en Nürburgring Nordschliefe, Alemania, para la primera carrera de Jann en la escudería Nissan, la muchacha Salter ayudaba a los mecánicos a preparar todo mientras bromeaban un poco entre ellos, al parecer ya las aguas se estaban calmando, se dispuso a hablar con Danny sobre cualquier cosa para distraerse de los nervios al mismo tiempo que se trenzaba el cabello.

     Nikolett terminó de hablar con su padre sosteniendo el volante del Nismo con cuidado, se acercó dando varios saltitos al piloto que la tomó de la nuca para darle un beso mientras detrás de ellos el equipo soltaba risitas de burlas y Danny les decía que al parecer si se habían divertido en Tokio, Jack sostuvo su estómago simulando tener arcadas.

     —¿Quién es esa chica?—preguntó Lesley Mardenborough con una gran sonrisa desde Gales, ella y su esposo Steve verían la carrera, pero no se esperaron ver por el televisor que su hijo estaba saliendo con alguien.

     Luego de que Jann entrara al auto la muchacha le conectó el volante dejando que el piloto revisara si estaba bien.

     —Recuerda respirar y estar calmado, ¿ok?—Nikolett le habló con cariño mientras aseguraba el cinturón de seguridad—. Lo lograrás, naciste para esto.

     —Te quiero, Niko—dijo de repente el corredor recibiendo una hermosa sonrisa.

     —Y yo a ti, Janny—besó rápidamente el casco, ya que era a lo único que tenía acceso, para cerrar la puerta del auto y se colocó junto a su padre que hizo una rápida prueba a la radio, todo funcionaba bien.

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     Vuelta número seis y Jann ocupaba el quinto lugar, Nikolett sonreía con orgullo junto a Danny mientras veían por la pantalla de los pits la carrera, en un parpadeo el corredor ya estaba en el segundo lugar dejando a CAPA atrás, al querer adelantar el auto comenzó a elevarse tan liviano como una hoja en el viento, el vehículo dio un montón de violentos giros hasta quedar boca arriba.

     Los mecánicos del equipo Nissan giraron para ver a la chica que al parecer había gritado, los labios de Danny se movieron pero no lograba escuchar nada, los auriculares chocaron contra la pared, se sentía como si alguien la estuviera arrastrando fuera de los pits con un casco que no supo en qué momento llegó a sus manos, todo lo sintió en cámara lenta.

     Corrió hasta uno de los Safety Car, adelantándose al hombre para sentarse detrás del volante, cuando escuchó la puerta cerrarse de golpe y un lejano grito de que avanzara sus sentidos se agudizaron, el motor rugió con fuerza antes de arrancar en menos de un segundo dejando las marcas de los neumáticos sobre la pista.

     Una, dos, tres curvas que pasaron volando ante sus ojos, sus manos sin guantes apretaban con más fuerza el volante cada que hacía los cambios para acelerar, finalmente su copiloto le avisó que estaban cerca haciéndola disminuir la velocidad y frenó, el casco cayó en algún lugar de la pista mientras corría hasta el Nismo volcado.

     —¡JANN!—gritó tan fuerte que su garganta ardía, se lanzó al suelo asomándose por la ventana esperando a que el muchacho girara a verla, pero no pasó—. ¡Jann, por favor! No no no no.

     Se dirigió al lado del copiloto y comenzó a tirar de la puerta lo más fuerte que pudo, cayó de espaldas por la fuerza ejercida pero se recompuso, Nikolett gateó dentro del auto justo cuando la ambulancia llegó, los médicos se acercaron colando detrás de ella la camilla y por la otra puerta uno de ellos la ayudó a poner al corredor en posición horizontal.

     Nikolett pasó sus brazos por debajo de los hombros de Jann comenzando a arrastrarlo con cuidado fuera del GT-R:—E-estás bien, tranquilo...—le susurraba al oído con la esperanza de que la escuchara, pero los sollozos lo dificultaban un poco—. Te tengo, ¿si?..Estarás bien, Janny...te lo prometo cielo, vas a estar bien...

     Cuando lo subieron a la camilla sus manos temblorosas pasaban por su rostro al ver la zona del accidente mientras se quedaba a un costado del helicóptero.

     —¡Niko!—al ver a su padre comenzó a llorar con más fuerza, Jack le dio un rápido abrazo—. Niko, cielo...ve con ellos, ¿si?—el hombre besó la cabeza de su hija para tomarla de la cintura y subirla a la aeronave—. ¡Con Danny te veremos allá!

     Aún shock la chica comenzó a asentir, un médico se sentó junto a ella y las puertas se cerraron para despegar hasta el hospital, Nikolett ayudaba con lo que podía mientras acariciaba una de las manos de Jann, la cara que había visto sonriente e hinchadita en Tokio, aquella que amaba tanto ahora estaba serena, con crueles golpes y rasguños.

     Le dolía horriblemente verlo así.


𝙁𝙚𝙚𝙡 𝙄𝙣𝙫𝙞𝙣𝙘𝙞𝙗𝙡𝙚 ━━𝘑𝘢𝘯𝘯 𝘔𝘢𝘳𝘥𝘦𝘯𝘣𝘰𝘳𝘰𝘶𝘨𝘩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora