SIPNOSIS
Cuando llegue a Sparks un pueblo ubicado en irlanda creí que podría quedarme, comencé a tener amigos, la gente a mi alrededor me conocía, eran amables, también me enamore por primera vez, algo que no entendía muy bien porque no tuve quien m...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CAPITULO 27
ARTEMISA/PRESENTE
Cierro los ojos intentando borrar todos los recuerdos, bloquear lo que parece un cuento de terror pero que fue mi vida, durante mucho tiempo estuve atrapada entre las garras de un monstruo perverso, rodeada de muerte, tristeza, dolor, una cantidad incalculable de egoísmo.
Se muy bien que esas paredes ya no son mi jaula que la puerta siempre esta abierta para que el sol acaricie mi piel, mis pies el pasto refrescante, Calix junta las piezas, sé que ansía abrazarme, los demás están asimilando aquello que conocían pero que no era del todo cierto con verdades que son mas grandes de lo que creían.
Pero antes de que razone la mano de noah se encuentra en mi garganta sujetándola con fuerza, pero sin buscar un daño, hay una tormenta en sus ojos, un dolor que me quema, me incita a alzar la cabeza para lograr verlo bien.
-preciosa dime que no eras tu esa niña o dame una razón para no salir a cazar a esos hijos de puta ahora mismo-su aliento cálido eriza mi piel
-que mas te da noah-me niego a ceder-ellos pudieron intentar quebrarme, volverme una mierda que pudieran controlar, pero no lograron, lo que ustedes si, quise morir ese día.
Su agarre si hace más fuerte cortando un poco mi aire, es entonces cuando Calix aparece ante mi vista sujetándolo del antebrazo buscando que me suelte.
-suéltala-ordena firmemente-te lo dije no me provoques, porque de aquí no salen vivos.
Algo que no entiende Calix de ellos, es que eso no es lo importante, ahora mismo están sufriendo por mí, pueden ser golpeados, torturados, hasta matarlos y no les importaría, pero cuando se trata de mi es una cuestión completamente diferente, adoran mis lágrimas, mi dolor, pero solo si ellos son lo que lo provocan, pero nunca hasta lastimarme sin retorno como lo hicieron ese día, desear morir es atentar contra lo único que aman, que soy yo.
-siempre hemos sido unos hijos de puta, nos conociste de esa manera -lagrimas que se niega a derramar están en sus ojos, pero llenas de enojo-pero hay un límite, poco razonable o no, lo eres todo preciosa.
-noah, basta-Dereck no se ha movido ni un solo centímetro – regresa a tu lugar.
Sin importarle la situación, noah impacta sus labios contra los míos, mi respiración se atasca, puede que no haya pasado demasiado desde que lo he tenido así de cerca pero su esencia me llena y me calma de un modo que no quisiera, como si lo pasado todos estos años simplemente se desvaneciera; cuando se aleja puedo ver que tuve el mismo efecto en él, besa mi nariz en un gesto tierno soltándome y alejándose.
Calix lo soltó en algún momento, porque ahora es el quien se me acerca colocando su palma de la mano en mi mejilla intentando analizar si estoy bien, no reclama ni cuestiona nada, se centra en mi bienestar.
-estoy bien malysh-musito para ambos-te tengo aquí
-debería odiarlos, pero como puedo hacerlo, si percibo el mismo enojo que siento de solo imaginar lo que has tenido que pasar-deposita un beso corto en mis labios-son unos imbéciles que morirían por ti, aunque te odian de mentira.