SPEND SOME TIME AWAY

¿Rencor o culpa? - Capítulo 12

Pequeña sanguijuela

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Stephen

Bueno, supongo que ahora solo quedan las ganas de llorar.

______¡Ah la mierdaaa!______grite al mismo tiempo en que descarge toda mi furia con el basurero de al lado, desparramando todos los desechos de alguien que de seguro se esforzó mucho en recoger.

Baje la mirada captando toda la basura en el suelo.

Y eso a mi qué!

Pensé al encogerme de hombros y caminar por encima de la basura en dirección de la propiedad frente a mi.

______Ah..._____suspire para poder calmarme, me lleve una mano a la cara sobando mi cien.

"¡¡Acaso ya lo viste!!"

Al recordar el reproche del castaño frunci el ceño pensativo.

Carajo!

Inconcientemente también recordé la imagen del pelinegro, por lo que todo enojo se desvaneció para convertirse en rendición ante la situación.

Muchas cosas en esa foto y en lo que me contó Victor me tiene demasiado intrigado. Quiero decir, sé que no pasó la mayoría del tiempo con Coleth, pero creo que es una de las únicas personas por las que siento empatia.

Empatia especialmente por ser la obsesión de Victor.

Pero dejando eso de lado, considero que Coleth es una persona completamente agradable. Y de igual forma, una persona que guarda demasiado de si mismo.

En la noche que Victor vino a buscarme para hablarme sobre el caso de Coleth, me quedé impactado por lo que me dijo, porque no tenía idea de que aquellos tres hombres que intentaron robarles tenían otras intenciones, tanto con Victor como con Coleth.

"...uno de esos hombres lo llamo Héroe..."

Eso también es algo muy sospechosos, porque si hubieran sido simples ladrones, ni por la más mínima coincidencia llamarían a Coleth de esa forma, ni mucho menos de una forma tan acomodada.

Pero bueno, Victor y yo nos pusimos a pensar en quien podría ser el responsable. Obviamente Gabriel no deja de ser una opción.

Esa perra esta loca!!

Pero aparte de ella también le sugeri a Victor que se podría tratar de alguien a quien Coleth conociera, alguien relacionado con el, ya se un familiar o alguna ex pareja.

Evitando darle más vueltas al asunto me acerque a la puerta y toque el timbre. Me lleve ambas manos a la espalda y espere pacientemente.

Los segundos pasaron y me sentí más ignorado que el otaku del salón.

Frustrado y confundido volví a tocar el timbre un par de veces.

Volviendo al tema, contando a Gabriel y a la posibilidad de que se tratara de alguien conocido de Coleth, no quisimos seguir imaginando difuntos que talvez ya son inexistentes.

Y fue así, como en un repentino recuerdo, en la mente de Victor cayó aquel nombre que tanto le cuesta recordar.

La puerta de el hogar tan vago se abrió sin tapujos.