Extra - 4

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Dos tomates.

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Stephen

No puedo creer que tenga que recurrir a esto...

Antes de que comiencen a sacar ideas de lo que voy a hacer, permitanme darles un resumen de la última semana con Dani. Rubio con el que la relación a cambiado drasticamente.

En primer lugar, desde aquella noche recapacite mucho con respecto a todo lo sucedido y en especial recapacite acerca de mi y Dani, rubio con el que vuelvo y repito la interacción entre nosotros a cambiado.

Desde el inicio de la semana él no sale de su habitación, de hecho, cualquiera diría que no tendría porque hacerlo, ahí tiene un baño, su cama, televisión e incluso yo me encargo de llevarle la comida cada mañana y en cada horario.

A causa de eso, caí en cuenta que no escuchar sus pasitos venir detrás de mi es nostálgico.

Aparte de eso, su falta de compañía me permitió recordar y recapacitar en todo, por lo que fui conciente de que aunque siempre me demostrará seguridad y orgullo, Dani tiene un lado sensible.

Ladie la cabeza al recordar su mirada, la forma en que sus ojos brillaron a causa de las lágrimas y el como hundió mi cabeza mientras lo rodeaba con mis brazos.

En otra situación ver esa faceta de Dani me habría resultado ironica e incluso tierna, pero como eso no fue así, fue más bien preocupante. Dani no es alguien a quien puedas herir con simples palabras a diferencia de otras personas, él es alguien quien tiene en claro a quien debe escuchar y aquien no.

Eso me hizo recordar que era mi responsabilidad enmendar el daño que tanto yo como mis antiguos compañeros le provocaron.

No sé porque digo compañeros, no entiendo como llegué a olvidar el porqué dejé de juntarme con ellos.

En especial Hellen, por las pocas palabras que pude entender de Dani, él estuvo haciéndolo sentir mal, por lo que en ningún momento lograba estar en paz, considerando que ya estaba incómodo, ver o recibir esos gestos debieron hacerlo sentir peor.

Por otro lado, también esta el estado de la muñeca de Dani, la cual me dedique a revisar con detenimiento, entendi que se trataba de una fractura, y la frecuente comezón que presenta me dejó en claro que no es algo que sanaría de la noche a la mañana.

¡¿Porque la gente tiene tendencia a lastimar sus muñecas?!

Me queje recordando al tipo del baño, mismo que había forcejeado tanto con Dani que empeoro del todo el estado de esta, y todo cuando decidió sacarle el reloj a la fuerza.

Debió haber sentido mucho dolor...

Precione mis labios disgustado.

Hace una semana mantenía la idea de que el tiempo y el diferente trato apasiguarian las cosas, que era un proceso lento y que simplemente tenía que seguir el ritmo de Dani, porque no tuve la intención de forzarlo a salir de la habitación si no lo deseaba, o obligarlo a hablar conmigo e incluso verme a fuerzas solo porque yo quiero arreglar las cosas, estuve conciente que debía volver a los inicios en los que nisiquiera me permitía acariciar su cabeza, o por menor tocar hasta la más mínima fibra de él, porque no permitiría que nadie nunca más volviera a lastimar a Dani, y cuando dije nadie también me referí a mi.

Desvie la vista con un sentimiento extraño.

Pero esto no puede seguir así!

______Ahaa!!_____grité caminando de lado a lado.

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