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18: his family

DELFINA'S POV

TERMINABA DE EMPACAR MIS COSAS EN UNA SEGUNDA valija. Mire a mi alrededor en la habitación que compartía con Pablo y dudé en llevarme más ropa.

Sí. Vivía con Pablo, en su casa. O a veces estábamos en la mía. Tal vez todo era muy rápido. Hace sólo una semana que somos novios, pero muchos antes de serlo ya prácticamente vivíamos juntos.

— ¿Llevas todo? — preguntó agarrando las llaves del auto —. ¿Abrigo? ¿Repelente de mosquitos? ¿Bufanda? ¿Guantes? ¿Botines de repuesto?

Asentí varias veces con la cabeza mientras cerraba la valija con dificultad.

— Deja te ayudo.

Vi como la cerraba sin dificultad alguna. Sonrio y puso la valija de pie.

Estaba nerviosa. Era mi primera vez siendo convocada a una semifinal en esta copa. Mamá y papá estaban también muy contentos porque me iban a poder ir a ver.

En cambio Pablo...

Él tenía partidos dos días después de la semifinal y tenía que asistir a entrenamientos y toda la cosa. Era más que obvio que no podía ir.

Bajamos las escaleras y vimos a Taylor sentada al lado de la puerta. Sonreí al verla y ella comenzó a dar saltitos.

— Hola, mi bebé hermosa — sonreí para darle un beso —. Mami se va pero pronto vuelve, pero vas a estar con papi.

Le di un último beso para salir afuera y subir las maletas al auto de Gavi. Me senté en el asiento de copiloto y conecté mi teléfono antes de que él lo haga y yo elegí la musica.

— Siempre gano — sonreí con burla.

— O siempre te dejo ganar.

Frunci el ceño —¿Qué? ¡No! Yo gano siempre sin ayuda de nadie.

Sonrió y me miró. — Lo sé, nena.

Nena. Me había acostumbrado a ese apodo en los últimos días.

"Nena. Nena. Nena"

Nuestro camino hacia la Ciudad Deportiva había comenzado. Quedaba bastante lejos, así que teníamos unos varios minutos.

— Lamento no poder ir a verte, nena. Tenía muchas ganas pero el equipo me quiere aqui.

— Tranqui. No hay problema — dije —. Esta bien que te quedes, si el equipo te necesita es por algo.

— ¿Cuando vuelvas irás a verme? — preguntó.

— ¿Al Camp Nou? — pregunté y él asintió con una pequeña sonrisa —. Hace mucho no voy. Puede ser.

Sonrió como si hubiera ganado el mejor premio del mundo. Puso una mano en mi muslo y lo apretó con delicadeza.

— Te voy a echar de mucho menos — hizo puchero.

— Yo también — imite su acción —. Son dos semanas, no es nada.

𝙎𝙏𝘼𝙍𝙂𝙄𝙍𝙇 | Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora