Callie
No esperaba que Cameron me abrazara, pero mucho menos las palabras que me susurró en cuanto lo hizo.
—Me pregunto cuánto tardará en querer arrancarme los brazos.
Como soy de piel pálida, esta de inmediato enrojeció y aunque traté de evitarlo, mi mirada fue directamente hacia Devon, quién no nos quitaba los ojos de encima.
—Cam, es suficiente. La vas a aplastar.
—Tranquilo, hermano, ella está bien. ¿Verdad, Callie? Además, soy inofensivo. Un corderito.
—Cuando quieres —murmuró Devon, aunque lo escuchamos perfectamente—. Vámonos.
—De acuerdo, de acuerdo —levantó las manos en señal de rendición y se alejó tras guiñarme el ojo.
Ambos se despidieron con un gesto de mano y se alejaron antes de que pudiera decir nada.
Nuestro viaje hasta allí no había sido cómodo precisamente y aunque al final logramos hablar de algo que no hacia que quisiera saltar de la camioneta, todavía me sentía confusa por lo ocurrido la noche anterior en su cocina.
Caminé hasta mi primera clase y escogí un sitio hacia la mitad. Poco antes de que entrase la profesora, lo hizo Gavin y vino directo hacia mí para sentarse a mi lado.
—Hola, compañera.
—Buenos días.
—Ayer no tuvimos mucho rato para hablar. Brennan prácticamente te sacó a rastras de la biblioteca.
Quizá estaba equivocada, pero su tono de voz indicaba que estaba enfadado, aunque podría no ser así, pues a pesar de eso, sonreía.
—Iba a acompañarme a casa. Le estoy ayudando con algunas asignaturas y no quiso que regresara a pie, teniendo en cuenta como llovía.
—Eso fue amable de su parte. Podría llevarte alguna vez si lo necesitas. No vivo lejos.
—Te lo agradezco.
La conversación quedó interrumpida cuando la clase comenzó.
Tres horas más tarde, mientras me dirigía a la cafetería a por algo para comer, mi teléfono empezó a vibrar.
Al sacarlo del bolsillo y ver quién era, me tensé.
Él nunca llamaba. No desde antes de que la abuela muriera. Y después de que ocurriera, empezó con los textos.Deslicé el dedo por la pantalla cancelando la llamada.
Había dejado de responder a sus mensajes antes de irme de allí, y me negaba por completo a escuchar su voz.Nada de lo que dijera me importaba. Ya no.
Guardé de nuevo el teléfono y seguí caminando.
Cameron
Dios, era tan divertido ver a Devon mirarla como si nadie fuese a darse cuenta.
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Imperfecto romance
RomanceDevon necesitaba ayuda y lamentablemente solo una persona podía ayudarle. Esa era yo, Callie. Cuando le conocí nunca pensé que me encontraría deseando tenerle a mi lado. Me parecía arrogante y bastante creído, y supongo que él no tenía mejor impresi...