Los chicos, incluyendo al señor Tumnus, trazaron un plan. Lucy, Edmund y Adela volverían a la casa del profesor Kirke y les explicarían a sus hermanos todo lo ocurrido, con mucha paciencia y detalles. Les convencerían de cruzar el armario y volver a Narnia, donde se encontrarían con el señor Tumnus, derrotarían a la Bruja Blanca y encontrarían a Aslan.
Adela seguía sin creerse que la profecía trataba sobre ellos, ya que le parecía irracional que unos niños reinasen, pero teniendo en cuenta que en Narnia los animales hablaban, supuso que la lógica funcionaba de manera distinta.
Se despidieron del señor Tumnus, Lucy más triste que el resto, ya que no sabía cuánto tiempo pasaría hasta que volviesen. El tiempo en Narnia iba mucho más rápido que en la Tierra y les dificultaría las cosas.
Así pues, se dirigieron hacia donde estaba el armario y pasaron, cruzándose con los árboles hasta volver a sentir calor y madera bajo los pies. Estaban helados, pero eso no impidió a Lucy correr para contarle a sus hermanos mayores que no era una mentirosa y que Narnia existía.
Fue hacia sus habitaciones y los despertó de forma brusca. Se indignaron un poco, ya que debía haber pasado ya la medianoche y querían dormir, pero se levantaron sin mucha gana y fueron hasta la sala de estar.
- ¡Peter, Susan! ¡Os lo dije! Narnia es de verdad. Existe. Es un lugar precioso, pero necesitan nuestra ayuda, porque.... - Iba diciendo la pequeña, muy acelerada.
- Uy, Lucy, más despacio, que no nos enteramos. - Le pidió el mayor de los cinco, posando sus manos sobre los hombros de su hermana pequeña.
Lucy les contó todo a él y a Susan, que se miraban entre ellos desconcertados. Lucy se desanimó un poco al ver que seguían sin creerle, pero una cosa había cambiado desde la última vez.
- ¿Seguís sin confiar en mí, verdad? ¡Pues Adela y Edmund han venido conmigo. ¿Verdad, chicos? - Adela miró a Edmund, pero él no dijo nada. Puso cara de no saber de qué estaba hablando y la llamó mentirosa, provocando que su hermana llorase.
- Edmund, ¿por qué mientes? Tú y yo estuvimos ahí, con ella. - Alegó la castaña, sorprendida por el comportamiento del joven Pevensie. Él la miró, confuso también.
- Adela, no tienes por qué defenderla si no es cierto... - Empezó a decir Susan.
- Pero no la estoy defendiendo, Su. Estoy diciendo lo que ha ocurrido. - Se justificó ella. - ¿De verdad pensáis que seguiríamos mintiendo por esto? ¡Yo también he flipado y también me pareció una locura estar en Narnia, pero no por ello es menos real!
- Vámonos, Adela. - Dijo Lucy.
- Sí, Lucy. Vámonos - Respondió, acariciándole el pelo con suavidad. Después, se giró hacia Edmund con una mirada glacial. - Me esperaba más de ti, Pevensie.
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El legado de los Kirke - Edmund Pevensie
FanfictionAdela esperaba inquietamente la llegada de esos cuatro hermanos, que venían para refugiarse de los bombardeos en Londres. Nunca hubiese esperado todo lo que supondría conocerlos. Empieza a leer para descubrir las aventuras de los hermanos Pevensie y...