Capítulo 6

50 5 0
                                    


- Lucy, sé que es un momento complicado, pero si quieres que juguemos más contigo y te hagamos más caso, basta con que lo pidas. No importa mentir. - Dijo el rubio, suavemente, intentando calmar las lágrimas de la pequeña.

- Pet, ¡es que no estoy mintiendo! Lo que os he dicho es cierto, lo prometo. - Respondió Lucy, haciendo que el resto de niños se mirase entre sí de forma desconfiada. - ¿Por qué no me creéis?

- Es que, Lu, no suena muy racional. - Añadió Susan, limpiándole las lágrimas a su hermana.

- ¡Os lo enseñaré! Narnia estaba metida en un precioso armario de madera de una habitación del piso de arriba. ¡Vamos! - Respondió ella, muy convencida.

Los cinco chicos la siguieron por las escaleras y entraron a la estancia que ella les indicó. Cuando abrieron el armario y Lucy se metió, vio que sí que tenía un fondo y que los árboles y la nieve que ella había notado antes no estaban en ninguna parte.

- Lu... - Empezó Susan.

- Os prometo que no lo entiendo. - La interrumpió Lucy. - Estaba todo aquí...

Adela dejó a los cuatro hermanos solos, porque pensó que era un momento familiar y que no pintaba nada ahí. Salió por la puerta y fue a hablar lo ocurrido con su abuelo, que actuó de una manera distinta a la que ella se esperaba.

- Adela, ¿no has pensado que puede que Lucy no mienta? - Le preguntó el anciano, con curiosidad.

- ¿Qué? ¿A qué te refieres, abuelo?

- Es verdad que no estoy seguro, pero por lo poco que la conozco, diría que no es una niña aficionada a las mentiras, Adela. Igual que tú.

- Ya, si yo también creo que es una niña sincera, pero me parece que lo que dice es increíble. ¿Cómo va a haber un mundo diferente en el armario de mamá? Lily ya se habría dado cuenta, ¿no crees? Suele limpiarlo a menudo.

- Yo solo digo que creo que tendrías que darle el beneficio de ser creída. Imagina cómo se está sintiendo. La han separado de sus padres porque su casa fue una zona afectada por la guerra y está en un ambiente nuevo y desconocido.

- Lo sé, debe ser muy duro. Hablaré con ella, abuelo. Puede que me cuente algo más. - Zanjó la joven Kirke, sintiéndose algo mal por la situación de los hermanos.

- De acuerdo, Adela. Creo que la pequeña Lucy necesita que la escuchen.

El legado de los Kirke - Edmund PevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora