Capítulo 5; Nada de Favores

126 8 0
                                    

El huevo es un misterio, y no es de esos misterios divertidos como un acertijo. Grita, fuerte y sin parar cada vez que Hermione lo abre, un alarido horrible y chirriante como uñas contra una pizarra. El ruido es tan disonante que le tensa la mandíbula, como si se hubiera comido algo demasiado amargo.

Después de la Primera Prueba, Gryffindor organiza una fiesta por su victoria, y se pasan la mayor parte de la noche pasándose el huevo de uno a otro y abriéndolo. Todos gimen colectivamente y se cubren los oídos apenas emerge el horrible chillido. Es como las noches posteriores a que Gryffindor ganara un partido de Quidditch, pero en lugar de todo un equipo, la única persona en el centro de la atención de todos es Hermione. Nunca había tenido una fiesta en la escuela, y ahora su casa había hecho una solo para ella.

Todos sienten curiosidad por el huevo y están impresionados por su posesión.

Gryffindor, la casa más valiente de Hogwarts, parece haber sido sacudida hasta el tuétano por el peligro de la Primera Prueba. Cormac ha dejado finalmente de protestar y parece un poco aliviado de no ser el campeón de Hogwarts. No anda repartiendo felicitaciones, pero ha vuelto su foco hacia las pruebas para la liga profesional de Quidditch del próximo año.

Es extraño, pero de una manera agradable, estar en el centro de atención de tanta gente.

Hace que Hermione se sienta cálida por dentro, como si hubiera bebido whisky de fuego. Todos continúan elogiándola, hablando de la ingeniosa idea de conjurar perros de piedra, y de lo increíble que había sido que pudiera hacer un escudo contra una bola de fuego, y de lo cerca que estuvieron las llamas que había logrado superar.

Incluso durante las mejores travesuras con Harry y Ron, Hermione siempre había sido el apoyo técnico. Era la idea de Harry, la estrategia de Ron. Hermione hacía las pociones o buscaba los hechizos para hacer que funcionara, pero nunca había hecho la parte que entusiasmaba a los Gryffindor.

También se sentía diferente por ser algo que había hecho sola. No había nadie más a quien atribuir el crédito de su éxito.

Una nueva sensación de seguridad ardía como una tormenta de fuego en su pecho.

Pero al mismo tiempo, la satisfacción y la alegría de finalmente obtener el reconocimiento, y que la traten como si perteneciera, a Hogwarts, a Gryffindor, al mundo mágico, todo se siente como una capa de azúcar encima de una píldora de veneno.

No importa cuánto intenta dejar de pensar y simplemente disfrutar del momento que se ganó, todavía está sacudida por dentro por la primera prueba. Tanto por ser su primer encuentro con el verdadero peligro, como también por haber presenciado el encuentro cercano de Malfoy con la muerte.

Y junto con eso, el doloroso lamento del Colacuerno, llorando ciegamente encima de sus huevos rotos, continuaba resonando en sus oídos, una y otra vez.

Hermione no culpa a Malfoy por haber cegado al dragón. Había tenido que elegir entre su vida o herir al dragón. Había tenido menos de medio segundo para hacerlo. Es notable que haya conseguido sobrevivir.

Hizo lo que era necesario, se dijo, pero eso no impedía el enojo que sentía por el hecho de que la prueba hubiera sido aprobada. Que el desafío haya sido estructurado de una forma que implicaba el hostigamiento de dragones anidando y haber puesto en peligro a sus huevos.

Nadie más parece sentirse conflictuado. De hecho, ni siquiera hablan de ello. Actúan como si fuera así, la naturaleza del torneo. No se puede hacer otra cosa más que desear lo mejor a los competidores y celebrar su éxito y supervivencia.

La aceptación del hecho le irrita los nervios.

Sabe que debería estar orgullosa de sí misma. Y lo está. Ha ganado la primera prueba.

LET THE DARK IN | TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora