Cuando Hermione llega, Malfoy ya se encuentra en la Sala de los menesteres. La habitación que ha manifestado es más grande que la mayoría de los salones de clase y está completamente vacía; sin muebles ni chimenea. Es un salón de piedra con lámparas tenues que emiten una luz fría y sin llamas.
Él está sosteniendo una bolsa que tiene cortada una de las esquinas inferiores, y de la que brota un chorro constante de sal; va dejando un rastro delgado que utiliza para dibujar un enorme círculo en el centro de la sala.
Hermione se acerca y observa por un momento antes de levantar la mirada hacia él.—¿Vamos a invocar algo?
Puede adivinar que pone los ojos en blanco a pesar de que no levanta la vista.
—Los círculos se usan para contener la magia.—Después de cerrar el círculo, deja caer la bolsa contra la pared; luego se endereza y camina alrededor de la circunferencia, verificando que sea continua.—Después de tu último... exabrupto, pensé que sería mejor que no hicieras un agujero en el castillo.
Las mejillas de Hermione se enrojecen, y echa un vistazo a su alrededor otra vez; cae en la cuenta de que la intención detrás del ascetismo espartano de la habitación es reducir el número de cosas que podrían resultar letales ante la manipulación de magia incontrolada. Es ligeramente halagador que a él le preocupe eso, pero sobre todo aterrador, y un poco humillante.
—Así que, ¿vas a confinarme dentro del círculo?—pregunta, con el ceño fruncido.
Él sonríe levemente.—Así es.
Luego el humor se desvanece de su rostro y regresa su atención al círculo; al parecer le preocupa mucho que ella lo haga estallar.
Ella lo sigue, tensa.
—¿Crees que sea capaz de hacer esto?—Odia tener que preguntar, pero quiere saber qué tan improbable es que tenga éxito; y si hay alguna probabilidad de que termine igual que con la Magia Elemental, que se suponía que era fácil, pero no para ella.
Él la fulmina con la mirada.—Tienes magia. Puedes hacerlo.
Es una mínima concesión, pero igual la reconforta; aunque también significa que se sentirá aún más mortificada si por alguna razón no puede conseguirlo.
Tampoco ayuda que todavía se sienta nerviosa por la manera en que él la ha emboscado en la biblioteca. No quiere que él crea que puede salirse con la suya haciendo ese tipo de cosas.
Se aclara la garganta.—Antes de que empiece a correr la sangre, explícame cómo funciona.
Él está todavía observando el círculo y esta vez ni siquiera tiene la cortesía de lucir molesto por sus órdenes. Eso la irrita, y la pone aún más nerviosa.
—Es un intercambio en el que pagas con tu cuerpo.—Su expresión es impasible.—Hay magia en la sangre, y utilizarla mientras se lanza un hechizo puede magnificar el poder del encantamiento.
Hermione se mira las manos. Todavía no había considerado que ella misma tiene las cualidades de un ingrediente mágico, un poco más valioso, pero, en definitiva, no tan diferente a un sapo en escabeche.
—¿Sólo la sangre?—Mantiene una voz ligera.—¿O se pueden usar otras partes?
Malfoy levanta la mirada y su expresión se endurece.—Técnicamente, cualquier parte del cuerpo, aunque es necesario que contenga algo de tejido vivo. Las uñas o el cabello son inútiles. La sangre es lo que... tradicionalmente se usa. Pero en teoría, los huesos, los órganos, extremidades completas, todo tiene poder. Sin embargo...—Vuelve a apartar la mirada; sus dedos aferran su varita y sus nudillos sobresalen; su voz cae y se vuelve más baja.—la magnitud del sacrificio equivale a la magnitud del poder.
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LET THE DARK IN | Traducción
FanfictionEn un mundo donde el ascenso de Voldemort nunca ocurrió, la sociedad de los Magos ha encontrado nuevas formas de reprimir y excluir a aquellos que consideran forasteros. Hermione Granger asiste a Hogwarts como una de las pocas estudiantes nacidas de...