Capítulo 13

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Clarke y Lexa se quedaron abrazadas por unos cuantos minutos, hasta que unos golpes en la puerta las hizo separarse de golpe. Se miraron a los ojos por un instante y enseguida la voz de Anya, del otro lado de la puerta, interrumpió el mutuo hechizo.

 Se miraron a los ojos por un instante y enseguida la voz de Anya, del otro lado de la puerta, interrumpió el mutuo hechizo

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—Lexa, tenemos que sacarla de aquí, se están despertando y están percibiendo su presencia.

—¿Se refiere a mí? —preguntó Clarke, aun afectada por todo lo que había soñado, o la visión de lo que alguna vez fue, y de ese primer encuentro con Lexa, cuando su nombre era Anastasia.

Lexa asintió con la cabeza sin decir palabra.

—Anya, prepárate para salir de inmediato. Habla con Indra y Gustus, ellos nos van a acompañar. Nos encontraremos afuera, en la parte trasera de la mansión, en cinco minutos.

—Genial, nada como un viajecito divertido... No tardes.

Lexa giró su cabeza hacia Clarke quien comenzaba a incorporarse de su cama. Ella se puso de pie sin decir nada, solo la observaba porque en realidad no sabía qué había sucedido con Clarke para que se despertara de esa manera, y se aferrara a ella como si de la vida misma se tratase.

—¿A dónde vamos? —preguntó Clarke, algo molesta por sentirse como si fuera un paquete, por la forma en la que Anya se había referido a ella.

—A la casa de la abuela de Raven.

—¿La abuela de Raven? ¿Para qué?

—Tenemos que saber qué es lo que posees en ti. Pero no podemos perder el tiempo con más explicaciones. Lo siento.

—¿Lo que poseo en mí? ¿De qué mierda hablas? Y, me vas a decir que, en verdad, eres una...

—¿Vampira? Sí, lo soy, y soy la líder del clan. Aunque, creo que lo sabes. Y en cuanto a lo que posees, es algo que no podemos determinar, pero es un poder muy grande que no sabes controlar.

—Entonces todo lo que he... no fue... Pero si ha sido una visión del pasado, de cuando nos conocimos, ¿cómo es que estás acá, digo, viva? Porque debo entender que me he reencarnado en este cuerpo, o soy una descendiente... Mierda, encima que no me va este mundo espiritual todo parece dar vueltas en eso. No sé que...

—No puedo responderte porque no sé lo que te ha ocurrido mientras dormías, pero no tenemos tiempo para hablar ahora, debemos irnos, Klark.

—Aguarda un minuto, necesito saber...

—Dije que no tenemos tiempo, lo siento.

Ni bien terminó de responderle, Lexa, la tomó en los brazos y saltó por la ventana que abrió con su poderosa mente, a pesar de la negativa de Clarke. La rubia intento oponerse, pero no pudo mover siquiera un músculo de su cuerpo, con la fuerza con la que la sujetaba Lexa, aunque, al mismo tiempo, sin hacerle daño.

—¡LEXA, BÁJAME YA MISMO! ¡QUÉ MIERDA...!

—Ya, cálmate, si te suelto no vas a sobrevivir la caída, son unos cuantos metros y recuerda que eres una mortal. Lo siento, no podíamos simplemente salir caminando por la puerta principal. Los del clan se están despertando y no pueden verte.

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