Admiradores secretos. - Dekubowl -

Acercamiento.

Enero, Jueves 18, 6:48 AM.

POV Kirishima.

Me desperté temprano encontrándome envuelto en una mezcla de emociones, desde la excitación hasta un cosquilleo de nerviosismo. La idea de sorprender a Midoriya, había cobrado vida en mi mente ya que últimamente estábamos pasando mucho tiempo juntos últimamente, y sentí que era el momento adecuado para mostrarle lo importante que era para mi.

Con determinación, preparé el regalo con esmero, asegurándome de que cada detalle reflejara el esfuerzo que le estaba poniendo. Cada pliegue del papel, cada lazo, era un reflejo de mi afecto y aprecio por el, y con el paquete cuidadosamente entre mis manos, me encaminé hacia su habitación con mis pasos apenas resonando en el pasillo.

El corazón martilleaba con fuerza en mi pecho mientras me acercaba a su puerta ¿Le gustaría? ¿Estaría bien hecho? Sin embargo, esos pensamientos no me detuvieron. Deposité el regalo frente a su puerta, asegurándome de que todo estuviera perfecto.

Eche un rápido vistazo a ambos lados del pasillo para asegurarme de que nadie me observara, y me retiré con paso ligero y rápido, con una sonrisa en mi rostro.

La sola idea de dibujar una sonrisa en el rostro de Midoriya me llenaba de un calor reconfortante. La idea de su reacción al descubrir mi sorpresa me hacía sentir un cosquilleo en el estómago y un calor agradable en las mejillas.

Corrí a mi dormitorio, ansioso por arreglarme. Me puse el uniforme con una velocidad inusitada, impaciente por comenzar el día y, con algo de suerte, cruzarme con Izuku. Salí de mi cuarto y me dirigí a la sala común, donde la energía del lugar parecía vibrar al unísono con mi emoción.

Allí estaba Mina, sumergida en las páginas de una revista. Me acerqué, casi sin poder contener la felicidad que me desbordaba, necesitaba compartirlo con alguien, y Mina era la confidente perfecta.

Hey, Mina. - La llamé, aunque mi voz me traicionaba con su ligero temblor.

¡Kirishima! ¿Cómo estás? - Alzó la vista de su revista, con una sonrisa igual a la mía. - Pareces estar en las nubes hoy, ¿Qué sucede?

Con un suspiro que más bien era un preludio de mi confesión, le revelé el secreto que guardaba. Mina me escuchaba, su interés era tan claro como el brillo de curiosidad en sus ojos.

¡Vaya, eso es tan tierno! a Izuku le encantara el gesto. ¿Qué es exactamente lo que le conseguiste? - Preguntó entusiasmada.

Le describí el regalo con todo detalle mientras me sentaba a su lado. Mina asentía, comprendiendo la profundidad de mis sentimientos reflejada en ese obsequio.

Le va a encantar, no tengo dudas. - Afirmó, dándome un golpecito cómplice en el hombro. - Eres increíble, Kirishima.

Le dediqué una sonrisa, sintiendo una oleada de gratitud por su apoyo. Tras un breve silencio, la expresión de Mina se tornó pícara.

¿Has pensado en cuándo le vas a declarar tu amor? - Inquirió con una risita maliciosa.

Mis mejillas se tiñeron de un rojo intenso, la pregunta de Mina me había tomado por sorpresa. - Eh, eso... aún no lo he considerado. - Balbuceé.

La risa de Mina era suave, pero llena de calidez. - No te preocupes. Pero, honestamente, ustedes dos serían tan adorables juntos.

Le agradecí, sintiendo una ola de aprecio por su amistad. Mina siempre tenía la habilidad de hacerme sentir valiente. Con una sonrisa más tranquila, la invite a la mesa, para disfrutar de una comida que sabía que sería más alegre gracias a la conversación que acabábamos de tener.