CAPÍTULO CATORCE - VARIOPINTOS

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WILLIAM GUEST

Nunca he echado de menos tanto a Benston después de una semana fuera, al menos me acompaña Gibraltar, que fue la gran sensación entre mis conocidos, puesto que es de gran ayuda en toda clase de tareas que se realicen al aire libre.

Odio ir de cacería, lo hago porque es una forma de estrechar lazos y conocer gente interesante para mis negocios, ya que es la actividad favorita de los ingleses. Sin embargo, en este sentido, me considero americano. Eso de disparar a un animal con un arma de fuego, solo lo haría para alimentarme, pero nunca por diversión.

En este caso, me inclino más por la pesca, además de que prefiero comer pescado a comer carne, siempre he sido un tanto peculiar.

Me hubiese gustado haber llevado a pescar a Emily antes de que se enfadara conmigo. Realmente extraño nuestras conversaciones y, a pesar de poder presumir de tener amigos en casi todo el mundo y de lo más variopintos, nunca nadie me ha sorprendido tanto como ella.

Al menos me puse antes de camino a casa, ya que Bernice, una de las mujeres que nos acompañaron en el viaje, debía regresar con su esposo y tenía su propio carruaje. Dos días de cacería habían sido más que suficiente para mí, aunque mis amigos habían cazado los cuatro días que estuve en la propiedad de Arthur, un compañero de Edward que veraneó algunas veces con mi hermano en nuestra propiedad y con el cual mantengo una amistad.

Arthur es un poco estirado y le encanta intimar con las mujeres de sus amigos, pero no todo puede ser perfecto.

Yo estuve discutiendo durante dos días las condiciones del trato al que llegué con David Mushet, un experto productor de hierro y acero que ha comenzado a experimentar en los terrenos de los bosques de Dean y por eso me excusé esos días de acompañar a cazar a mis amigos. A cambio de la financiación que necesita el señor Mushet y de permitirle que siga utilizando la propiedad que he comprado hace poco, recibiré un alquiler y el treinta por ciento de los beneficios netos. Me parece muy interesante el proyecto y le veo mucho futuro, imagino que es algo en lo cual seguirán invirtiendo mis hijos, si algún día tengo alguno.

A Bernice no le importó pasar la noche en el carruaje para llegar por la mañana a Brístol. Yo tenía que verificar que la nueva fábrica cumpliese nuestras directrices y que todo iba conforme lo planificado, si no James me daba una patada en la entrepierna.

Esa misma tarde acompañé a Bernice a Bath, donde le estaba esperando su marido, cosa que no le impidió insinuárseme durante todo el trayecto en carruaje. Yo estaba tan cansado que no me apetecía nada, además de que no me atraía lo más mínimo.

Nos despedimos en Bath y, a pesar de que eran las nueve de la noche, decidí alquilar un carruaje con dos cocheros que me llevase esa misma noche a casa. Necesitaba regresar a Benston.

La verdad es que no me puedo quejar, ni siquiera me enteré del cambio de caballos y si me he despertado es porque llevo diez horas durmiendo sin interrupción.

***

Media hora después de que me despertase, el cochero me deja en la propiedad de mis padres. He llegado más temprano de lo que pretendía y me dispongo a ir a mis aposentos, ya que no quiero incomodar a Emily, que seguro será la única que se encuentre a esta hora en la cocina.

—¿Ni siquiera vas a comer algo antes de dormir? Parece que aún te escondes de la señora Byron —se burla de mí James al encontrarme de camino a mi habitación.

—No quiero molestarla más de la cuenta —me excuso.

—Hace unos días, vino el señor Slater a verla y me la llevé a ver a las ovejas para no tener que aguantarlo —me cuenta James, haciéndome sonreír.

Lady in waiting - TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora