En la noche, el peliceleste fue al departamento de Shin, o Seina, no quería molestarla, menos cuando le grito que no volviera a hablarle nunca. Con las manos temblorosas golpeó la puerta.
Kuroko: Se_ Shin, soy Kuroko...no hace falta que me veas pero por favor escúchame, es lo único que pido...
El silencio dentro del departamento lo hizo dudar pero siguió.
Kuroko: En verdad lo siento, soy un descarado por haberte hecho eso sólo para aclarar mis dudas...desde hace un tiempo que me sentía extraño hacia ti, me ayudaste y aceptaste por cómo era, eras alguien demasiado ireal para mi que no entendía.
Se sienta en el suelo con la espalda en la puerta.
Kuroko: Primero investigué sobre ti con los consejos de los chicos, diciendo que así conocería más del capital de los prodigios letales...encontré aquella noticia sobre el incidente de los dos jugadores y me sorprendió.
Los nervios del chico se notaba por estar jugando con la manga de su chaqueta, más el siguió después de suspirar.
Kuroko: Te agarre tanto cariño que ni yo sabia cuanto, me empecé a preocupar por ti, a fijarme hasta en lo más mínimo, era capaz de entenderte la mayor parte del tiempo, todo me daba tranquilidad...hasta que conocí a tu hermana.
En busca de ordenar rápidamente sus ideas sacudió un poco su cabellera.
Kuroko: Si te soy sincero, me hiciste dudar si era bisexual, porque en un principio, tras unas bromas y palabras de Izumi-san y Riko-san, me di cuenta que ese cariño que te tenía no era de hermano, amigo o compañero, me gustabas y no lo sabía...mi mente se hizo un lío cuando apareció Seina, porque era idéntico a Shin y empecé a liar las cosas.
El sonido lejano de los autos con la brisa nocturna daban cierta paz a este que intentaba sacar todo de una.
Kuroko: Cuando menos lo espere, me empezó a gustar Shin y Seina...pero cuando vine a tu departamento la vez que enfermaste, me descolocó ver a los dos juntos y no sentir lo mismo...cuando me sonreíste, pensé que estaba más por Seina que por Shin, porque al hablar con él antes de irme, no me provocó nada.
Intentó escuchar por la puerta si había algún ruido que le dijera que había alguien pero nada.
Kuroko: -suspira- Después cuando ibas a esa cita, nuevamente sentí algo por Shin y me confundió, por lo que le pregunté a Riko-san si era posible que...una chica pueda fingir ser un chico, ella dijo que se podía pero que, en algún momento, de tanto cambiar de hombre a mujer, se puede escapar algo...en tu caso, el dulce de coco -saca el dulce- aún tengo el que me diste...eso me llevó a creer más que eras la misma persona, e hice una estupidez por la confusión y desesperación que tuve...no estuvo bien y por eso no cuestione nada con tu pedido, pero no quería que dejaras algo que amas por mi culpa.
Este volvió a guardar en su bolsillo el dulce, era como un amuleto para él.
Kuroko: Mañana jugamos contra Kirisaki Daīchi, según Furijata, allí juega un colega tuyo...imagino que querías hablar con él por lo que habías dicho en los primeros días...y si, a parte de explícate todo, quería pedirte que volvieras al equipo de basquet, hazlo por tu amor al juego, ve y juega contra tu amigo, que por como hablabas de él, necesitan hablar de algo serio...eso es todo lo que tenía que decir...buenas noches Seina.
El chico se marchó en silencio sin mirar atrás, dejando un silencio apaciguado por el viento.
Al día siguiente, los de Seirin debían jugar contra Kirisaki Daīchi, fue uno de los equipos más problemáticos que en el pasado se enfrentaron ferozmente. Cuando empezaban a estirar, alguien los saludó animadamente.
Kenichi: Buenas, soy Moto Kenichi -sonríe amistoso- escuche que Kurozawa Shin estaba en Seirin... -lo busca confundido- ¿no jugará hoy?
Riko: Él _
Furijata: Vendrá para el segundo tiempo.
El equipo de Seirin lo miraron entre sorprendidos y confundidos.
Kenichi: Ah ah entiendo, pues espero que pueda jugar con Shin -sonríe melancólico- quiero demostrarle algo.
Kagami: ¿Demostrarle?
Kenichi: Que todo puede cambiar.
Tras eso, el juego empezó y parecía que habían vuelto un año atrás. Eran las mismas técnicas, sacando más de una vez gruñidos de Kagami.
Kagami: ¡¿No aprenden de sus errores?!
Makoto: -sonríe- Si pero a nuestra manera.
Este codeó el estómago del menor, dejándolo sin aire mientras anotaba tres puntos, el equipo festejaba más el de orbes almendra se acercó al pelirrojo.
Kenichi: Disculpalo, no sabe medir su fuerza, yo te marcaré ahora.
Eso desorientó al menor, justo el silbato sonó, por lo que el juego seguía. Tal como dijo este lo marcó, no le dejaba pasar ni moverse, eso le incomodaba.
Cuando la pelota fue a Izumi, este fue como tacleado, cayendo de rodillas y ser arrebatado la pelota para anotar otros puntos.
Fue allí que Kenichi sacó su individualidad, la Valla de Hierro, era el defensor que no permitía mover a nadie más que su equipo, quienes quedaban en su punto ciego y les daba la oportunidad de hacer lo que quisieran.
Tanto fue así que cuando le toco a Izumi, este salió herido por el codo del menor, provocando que la herida sangrara.
Esto sorprendió a varios pero provocó las risas del equipo contrario.
Kenichi: Hay que fijarse donde uno va.
Había terminado el primer tiempo pero Izumi insistía en seguir jugando ytaz curarse, este recibió regaños de Riko pero no desistió, pidiendo que no lo cambiaran por más que se tambaleaba.
Poco después, se llamó a todos para iniciar la segunda ronda, yendo ambos equipos con diferentes estados de ánimo.
El silbato sonó para avisar que habría un cambio, donde Izumi sería cambiado por lesión. Riko no había dicho nada de cambio, pero cuando vio una cabellera negra entrar a la cancha, se quedó muda.
Ambos equipos voltearon a ver al reemplazante, siendo Seirin los más sorprendidos y uno estaba sonriente.
Kenichi: -feliz- ¡Shin!
Shin: -serio- Esto no está bien...y lo sabes.
ESTÁS LEYENDO
Kuroko No Básquet
FanfictionLa Generación de los Milagros...eran los de mejores habilidades anormales pero a la vez para ser invencibles como unos mounstros. Pero todo eso terminó, ahora todos ellos se encontraban en su segundo año junto a sus equipos y compañeros, iniciando u...