|Capítulo 12|

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La chica lo miró fijamente para luego suspirar, no quería ser descubierta tan rápido, ese plan era su única salida.

Seina: pues crea lo que quiera, soy su hermana menor, su "protegida", suele ser celoso ... así que no me sorprende que ninguno de ustedes sepan de mi existencia ... a excepción de Ganju y los otros tres ...

La azabache se levanta bajo la atenta mirada del chico, pues este, a pesar de que por un momento creyó que eran la misma persona, lo descartó al ver el físico de la chica; nada parecida al chico.

Seina: como sea ... más tarde debo ir con mis amigas, si es que mejora el clima, claro está ... hasta entonces y fue un gusto el conocerlo ...

Fue por el pasillo hasta su habitación y cerrar la puerta, para cambiarse rápidamente y pasar de ser Seina a Shin, colocándose vendas por el pecho, una manga larga azul holgada, unos pantalones gris y unas sandalias negras, recogió su melena en una media cola mal hecha para aparentar que estuvo durmiendo.
Al salir, caminó perezosamente hasta la sala mientras restregaba su párpados de forma somnolienta, llamando la atención del mayor, quien lo miraba algo confundido, pues sus sospechas de que la chica era Shin se fue al tacho, eran diferentes.

Shin: -somnoliento- Buenas Tetsuya-san... -voz grave-
Kuroko: ¿enserio estabas durmiendo?
Shin: mmm...si... -se estira-
Kuroko: no sabía que tenias una herma_
Shin: no te la presento, no te doy su número, no te doy permiso para salir con ella, no te la acerques ... -neutro-
Kuroko: con que tenía razón, ¿eh?...
Shin: -confundido- ¿cómo me encontraste?
Kuroko: siendo sincero, te seguí después del partido, quería asegurarme de que no harías alguna locura...
Shin: -cruza los brazos- ¿y vino sin avisar?
Kuroko: -saca su teléfono- te envié un mensaje...

El chico se acercó a ver el mensaje que el contrario supuestamente le mandó, se fijó en el número y comprendió porque no supo nada.

Shin: -se incorpora- ese no es mi número...
Kuroko: -mira su teléfono, sorprendido- ¿a no?
Shin: no
Kuroko: -lo mira- mi error...
Shin: -rueda los ojos- y ¿a qué se debe su visita? Mi hermana solo me dijo que un chico peliceleste vino...
Kuroko: la verdad, me sorprendió... por un momento creí que me equivoqué de departamento
Shin: si, bueno...no suelo contarle a nadie sobre ella, no me tomes a mal
Kuroko: eres sobreprotector...
Shin: es mi hermanita, ¿que esperas?

Al chico le daba cierta gracia la actitud del menor, pues era una faceta que no conocía y era algo que no se lo esperaba.

Kuroko: bueno, a lo que vine...ya se porque no quieres entrenar a nadie...

Si al principio, cuando era Seina, se había sorprendido cundo preguntó sobre aquel partido, ahora, siendo Shin, solo se mostraba al distante; pues lo que menos quería, a parte de ser descubierta, era que se metieran en su vida sin su permiso, por lo que lo miró seria y fríamente.

Shin: aunque me digas que sabes todo de mí, no me harás cambiar mi decisión, si es que a eso has venido a lograr, es una pérdida de tiempo, puedes irte yendo...
Kuroko: ¿has hablado con alguien sobre eso?
Shin: ya no quiero hablar de eso, por eso, si no hay nada más a parte sobre aquel suceso, puedes retirarte...
Kuroko: ¿porqué no lo puedes dejar pasar?

La sangre del azabache empezó a hervir, en serio no quería hablar de ello en ese momento, ya había tenido suficiente con el rubio como para que su mayor se lo recuerde y cuestione de nuevo, en su propio departamento, además de venir sin el consentimiento o respuesta de él.

Shin: -masajea el puente de su nariz- enserio no quiero hablar del tema...
Kuroko: ¿es por lo de esos dos heridos?

Shin estaba temblando, está a punto de estallar, le explicó que no quería hablar del tema pero seguía insistiendo como si no le importara la opinión o sentimiento del chico, hasta que estalló.

Kuroko: ¿porqué asumiste la responsabilidad cuando no era tu culpa?
Shin: -se va hasta la puerta y la abre- vete...
Kuroko: -confundido- ¿qué?
Shin: ¡Que te vayas!¡Sal de mi departamento!

Aún con la sorpresa, recogió sus pertenencias para salir del lugar mientras el azabache estaba quieto en su lugar, el mayor abrió la boca para cuestionar el porqué de su actitud pero fue callado por el contrario.

Shin: ¡Le pido amablemente que no se meta en mi vida, ni opine o decida por mi!¡Adiós! -cerró fuertemente la puerta-

"Hice mal" pensó el peliceleste mientras miraba el cielo nublado junto un sentimiento de culpa.

Kuroko No BásquetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora