|Capítulo 22|

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Los días fueron pasando, la lluvia era  constante por la temporada pero no era empedimento para el peliceleste, pues ese día tenia que sacarse las dudas.

Ya iban como 10 días que notaba que Shin y Furihata hablan entre ellos pero alejados de los demás, si alguno se acercaba hacían como si nada y hablaban de cualquier cosa relacionado al basquet.

Ese día, había oído que Shin le pidió que viniera el otro día a su casa porque no se sentía del todo bien, preocupando al mayor, decidiendo en ir a visitarlo antes del anochecer para ver que todo estaba bien. Cerró su paraguas al llegar a las escaleras hasta el departamento del azabache, acomodando un poco su ropa golpeó la puerta.

Por parte del azabache, estaba con ropas holgada y una bolsa de agua caliente sobre su abdomen, si, estaba en sus días y de los malos. Su hermano le había llamado diciendo que estaba en camino por lo que solo estaba esperando a que llegara de una vez y acostarse por mínimo dos días.

Al escuchar los golpes en la puerta, le extrañó, pues su vago hermano tenía las llaves por seguridad, según él; pero con lo despistado que solía ser, supuso que las había perdido.

Seina: -abriendo con la llave- Sé que eres un tontos pero no creí  que tanto_

Vaya sorpresa y bajada de presión que tuvo al ver al peluceleste, quien la miró extrañado por la bolsa caliente sobre su abdomen.

Kuroko: ¿Te lastimaste?

Seina: <Mie**, mie**> Kuroko...san, que sorpresa, ¿qué...lo trae por aquí?

Kuroko: Vine a ver a Shin, estaba enfermo...son cosas de hermanos

Seina: -perdida- ¿Eh?

Kuroko: que los dos se enfermen a la vez

Seina: A-ah si si, rara veces pasa...am... pasa

Dejó sus cosas donde correspondía para pasar a la sala junto a la chica, la cual estaba en un colapso, no tenía mucha fuerza para todo eso.

Kuroko: ¿Y Shin?

Y como si no fuera suficiente, este lo quería ver. No podía decir que estaba descansando porque él lo querría ver igual...solo le quedaba.

Seina: <¡Mi hermano!> Ah si, salió un rato por algunas cosas.

Kuroko: ¿Por qué no pidió delivery?

Seina: -mira otro lado- Sabes como es

Kuroko: Si, terco, estricto y molesto.

Seina: -con tic en el ojo- ¿A-ah si?

Kuroko: Tu hermano es un caso perdido

Seina: Gracias por la información

Una punzada en el vientre la hizo gruñir, captando la atención del otro y  acercarse.

Kuroko: Disculpa el atrevimiento.

La levantó de forma nupcial para llevarla hasta el sofá largo y cubrirla con una manta que estaba allí. Seina estaba sorprendida, no sabía que el mayor tenía fuerza para cargarla, ni que él lo hiciera.

Kuroko: ¿Cuántos días?

Seina: ...Segundo...

Kuroko: ¿Quieres algo?

Seina: Tu eres el invitado, debería de servirte no al revés

Kuroko: Estas enferma, no hagas nada

Seina: Esta bien

Kuroko: ¿Puedo pasar al baño?

Apenas asintió y se fue, alcanzó su teléfono para escribir lo más rápido posible a su hermano sobre la situación, a este solo le dio gracia pero aceptó en ayudarla y que ya había bajado de su moto.

Si, su hermano mayor tenia motocicleta y era corredor profesional de las mismas.

Al escuchar que el chico se acercaba, dejó donde estaba su teléfono para acomodarse mientras miraba el techo. En eso, el tintineo de las llaves alertó al otro para ver a un chico entrar con dos bolsas.

????: Hola Kuroko-san, ¿qué hace por aquí?

Kuroko: ...Perdón por no avisar Shin, solo me preocupé, tu hermana me dejó pasar.

Shin: -camina hacia la chica- Estoy bien, es por mis alergias al cambio de clima -le pasa unos dulces- aquí tienes

Seina: -sonríe- Gracias hermano

Kuroko: ¿Dulces de coco?

Seina: Son mis favoritos

Shin: Prefiero el chocolate, ¿quieres algo Kuroko-san?

Kuroko: No gracias, solo venía de paso

Shin: ¿Cómo sabías que estaba enfermo? No suelo demostrarlo

Kuroko: Escuche lo que le dijo a Furihata-kun, últimamente se hicieron amigos

Shin: Bueno, cosas que pasan, es un buen chico

Kuroko: No lo niego, es mejor que me vaya antes que caiga la noche.

Shin: Te acompaño a la puerta -se va-

El pálido se acercó a la menor para despedirse, más ella le extendió un dulce.

Seina: Nos veremos otro día, Kuroko-san

Kuroko: Cuídate y gracias por el dulce

La sonrisa de la chica congeló al contrario por unos segundos para luego ir a la puerta, donde su compañero lo esperaba.

Shin: Nos vemos en la práctica

Kuroko: Recuperate que el capitán se preocupará

Shin: No te preocupes, ya le explicaré si algo pasa al capitán

Kuroko: Y Riko quiere que mejores con los pases que tienes con Fukuda

Shin: De acuerdo

Kuroko: Adiós

Al cerrar la puerta y escuchar al otro alejarse, fue a la sala y suspiro aliviado junto a su hermana.

Seina: Te debo una Sora

Sora: No soy actor pero debería adicionar alguna vez, tengo talento

Seina: Solo sirves para las motos

Sora: -frunce el ceño- Mala

El de ojos celestes llegó a su hogar para poder cenar en silencio, rondando con algo en su mente.

Kuroko: Ese no era Shin

Kuroko No BásquetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora