|Capítulo 23|

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Física era de las materias que le gustaba al azabache, pero ese día, al profesor se le ocurrió dar el examen que estaba marcado dentro de tres días, quería ver si sus alumnos habían estudiado; una razón más para ser el maestro más odiado por los de primer año.

Al termino de este, todos estuvieron conversando entre ellos mientras el chico miraba a su salón. A esa altura del campeonato, aún no se había hecho amigo de nadie, pues todos hablaban de cosas aburridas según su punto de vista. Hasta que una chica se acercó a su persona con una sonrisa y sentarse frente a su mesa.

?????: Buenas, Shin-san, ¿qué tal te fue en el examen?

Shin: Bien

?????: Ya veo...eres de hablar poco, soy Aki por si no recuerdas.

Shin: La chica de las flores.

Aki: Si, se volvió una costumbre el traer flores para todos los profesores en el día de su cumpleaños.

Shin: No es normal

Aki: En parte, pero por unos segundo saco una sonrisa sincera de ellos, ya me basta y sobra.

Para Seina, le era raro el comportamiento de la otra, pero no podía compararse con esta, estaban en mundos diferentes. Ella fingía ser un chico muy masculino mientras Aki era la definición de la feminidad, algo atrayente a decir verdad. 

Aki: Sabes, siempre pensé que eras tímido o un badboy, pero creo que eres cerrado y de pocas palabras.

Shin: ¿Importa?

Aki: Algo para mi, me esta interesante, los demás son muy bromista, mal hablados y pervertidos al tope, tu no.

Shin: ¿Quién dice?

Aki: Tu mirada.

El de ojos ónix sonrió de lado ante la respuesta inesperada, nada mal para ligar.

Shin: -se recuesta en el respaldero- ¿Y qué quieres? 

Aki: Quisiera tener una cita contigo.

Shin: Que directa.

Aki: ¿Se puede?

La mirada fija en la de ojos verdes hacía dudar a la chica, pues parecía que la rechazaría, cosa que no pasó.

Shin: A las 5:30 vienes al gimnasio y nos vamos donde quieras.

Aki: -emocionada- Claro

Y así continuaron las clases hasta la hora de la práctica, donde entrenaba con tranquilidad sin pillar la mirada de un peliceleste, quien aún no lograba quitar de su mente lo que había pasado hace días, pero alguien notó su poco disimulo.

Riko: Kuroko, ¿qué sucede?

Kuroko: Nada en especial

Riko: Pues no has dejado de mirar al menor de todos, ya no se si estas enojado o estudiándolo.

Kuroko: -la mira- ¿Le puedo hacer una pregunta algo descabellada?

Riko: Claro.

Kuroko: ¿Crees que una chica pueda fingir ser un chico o viceversa?

Riko: -confundida- ¿Eh? Pues... sinceramente, si se puede, gran parte puede pasar desapercibido...aunque siempre habrá algo que lo o la delatará, en especial si suele cambiar constantemente de personalidad.

Kuroko: ¿Y cómo puede una chica igualar a los hombres en fuerza y demás?

Riko: -ofendida- Hey, las mujeres podemos ser igual o más fuertes que los chicos, podemos ser más cuidadosas en ciertas cosas y muchos otros puntos que los hombres suelen tener a su favor.

Esas palabras sonaron más fuertes cuando vio al azabache acercarse a la puerta del gimnasio, donde una chica hablaba alegremente con este, creando cierta molestia, algo muy raro en él.

Riko: Nunca subestimes a una chica, además, antes de juzgar a esa persona por eso, debes saber primero el porque de su decisión.

Kuroko: -baja la mirada pensativo- mmm, tiene razón...

Al rato, el menor se acercó a los dos junto al capitán, quien lo molestaba por la chica, una punzada en el pecho al presentir cual seria la razón de su presencia.

Shin: Riko-san, terminé todas mis prácticas, ordené el almacén y repare la red de la canasta.

Riko: Oh, te lo agradezco Shin-kun, supongo que tienes algo más que decirme.

Hyūga: Mm, este niño hizo todo rápido para ir con esa chica a una cita.

Cita...

Shin: Algo así, se lo prometí.

Riko: Pues si ya terminaste todo, sin olvidar el hecho que llegaste 30 minutos antes de la práctica, no veo impedimento alguno.

Hyūga: Ve por ella, gato montés -golpea su espalda-

Shin: -frunce el ceño- Eso es pasarse, Hyūga-san

Hyūga-san...capitán...

Riko: Cuídala y dale algún regalo que sea del gusto de los dos, algún dulce, postre, juego, algo...

Shin: Agradezco su apoyo, mas soy algo quisquilloso con lo dulce, solo me gusta el coco pero bueno...nos vemos mañana.

¿Coco?

Riko: Por cierto Kuroko, ¿por qué preguntaste eso?

Kuroko: Porque quería tener más piezas para resolver un problema, que ahora tiene más forma que antes.

Riko: Ya veo, bien, iré a ayudar a los demás, suerte -se va-

Kuroko: Si es como dice, entonces Seina y Shin...

"...aunque siempre habrá algo que lo o la delatará, en especial si suele cambiar constantemente de personalidad..."

Kuroko: -mira el dulce de coco- Pueden ser la misma persona...

Kuroko No BásquetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora