|Capítulo 21|

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El silencio reinaba en el cambiador, el castaño estaba en shock al descubrir aquello de golpe y no de la mejor forma, en cuanto a la azabache, terminó de ponerse su playera gris para luego estirar para adentro al chico y cerrar la puerta, no sin antes de revisar si habían otras personas.

El contrario balbuceaba nervioso y con el rostro enrojecido por la vergüenza, más al ser sacudido por la menor, despertó de su burbuja de crisis.

Shin: Tranquilízate Furihata-san...

Furijata: Eres una chica...

Shin: -suspira cansada- <Lo que me faltaba...> Así es...

Furihata: ¿Pero cómo?...¿por qué?... ¿Kurosawa Shin en realidad no existe?¿eres su hermana?

Seina: No, mi nombre es Seina, Shin no existe y tengo un hermano mayor pero no está por los alrededores...¿algo más que quieras saber?

Furihata: Si tu eres Shin, en tu anterior instituto, ¿también fingías ser hombre?

Seina: Algo así, todos los de mi equipo lo sabían, pues fue el entrenador quien me puso allí.

Furihata: ¿Por qué?

Seina: Faltaban más jugadores y el equipo de básquetbol femenino se eliminó porque a nadie le interesaba, excepto yo, por lo que me propuso entrar en el equipo masculino, por lo que cambié mi identidad.

Furihata: ¿El colegio no dijo nada?

Seina: Como era una estudiante modelo, no veían ningún problema, más si algo malo llegaba a pasarme, la responsabilidad caía en el entrenador, pues propuso aquello sabiendo las consecuencias.

Furihata: Pero...¿llego a pasar algo grave?

Seina: Más que de lo del incidente con los dos jugadores, no.

Furihata: -suspira- ¿Y por qué entraste ahora al equipo masculino? Aquí si hay un club femenino.

Seina: -mira a otro lado- Porque ya nadie recuerda a Seina, sino a Shin.

Furihata: -confundido- ¿A qué te refieres?

Seina: Fui tan buena interpretando a Shin, que los logros de Seina fueron comparados y superados por mi otro yo, siendo más apreciado y recordado que mi verdadera yo.

El chico se sintió mal ante aquella confesión, pensó que tal vez en algún momento, ella habría sufrido una crisis de identidad a causa de los de su alrededor. Agarrando un poco de valentía que ni él sabía de donde lo trajo, abrazó cálidamente a la contraria, quien se quedó estática ante la repentina acción de su mayor.

No refutó nada y se soltó, unas lágrimas traicioneras salieron mientras ahogaba sus gemidos por el hombro del chico, este acariciaba sus cortos cabellos en un intento de calmarla, pues en cualquier momento los otros dos vendrían a cambiarse y la podrían descubrir.

Furihata: Te acompañaré hasta tu casa, allí podrás liberarte tranquilamente, ¿te parece?

Seina: -lo mira- ¿No estás molesto?

Furihata: -sonrie- Para nada, tenias tus razones y te entiendo, vamos antes de que sea tarde.

Rápidamente los dos guardaron sus cosas para irse antes que alguien los viera, y para su suerte lo lograron. Al llegar al departamento de la chica, recordó cierto detalle, por lo que volteó a ver al chico.

Seina: ¿Iras por el mismo camino a tu casa?...porque Kuroko vive por los alrededores.

Furihata: Oh, no lo sabía, aunque en realidad...pensaba en...bueno... -nervioso-

Ella entendió lo que quería decir, por lo que pensó un momento, había otra habitación donde podría descansar y tampoco era recomendable dejarlo ir a esas horas a su casa a pesar de ser mayor.

Seina: Pasa, ya es tarde de todos modos y es fin de semana, puedes llamar a tus padres para avisarles si quieres.

Furihata: ¿No molesto?

Seina: -sonrie- Para nada, entra.

Furihata: Muchas gracias Shin_digo Seina-chan.

Seina: Llámame como te sientas cómodo.

Kuroko No BásquetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora