De camino al entrenamiento, inevitablemente terminaron topándose en los pasillos, tratando de ignorarse el uno al otro hasta que la paciencia de Sam se agotó.
—¿Por qué mierda no me dejas en paz? ¿No tuviste suficiente con molestarme todo el día? —Sam aceleró el paso, bastante agitado—. Vete de aquí antes de que me enoje más. Te advierto que aquí no está Gaby ni cualquiera que pueda defenderte. Esta vez no tendré piedad.
—¿Qué mierda te pasa a ti y a tus delirios de persecución? Te daré un consejo, deja de tomarte todo tan personal para evitarte problemas como los que le causaste a Gaby —Axel replicó bastante molesto.
El rostro de Sam se puso rojo como un tomate por la furia, pero trato de ocultarlo para no evidenciar sus sentimientos. Estaba bastante molesto, pero su orgullo no dejaría que le dé la razón a alguien como él.
Ambos empezaron a acelerar el paso para tratar de evitarse, al punto que terminaron corriendo hacia el área deportiva, irrumpiendo la paz y armonía que había en el lugar, todos pasaron de convivir amigablemente a fijar la atención en ellos, así pues, haciendo que el lugar quedara en total silencio. Gracias a esto, Axel y Sam se dieron cuenta del escándalo que habían provocado irrumpiendo la paz de ese lugar.
Al fondo se escuchó una voz bastante entusiasmada.
—Esa es la actitud que se debe de tener en este lugar. Hacia bastante tiempo que no veía a alguien entrar con tanta energía. Se ve que ustedes serán las estrellas del equipo —dijo un tipo mientras se acercaba a ellos.
—Me presento, soy Carlos, el capitán del equipo.
Carlos se acercó a ellos y antes de que pudieran decir algo, los intercepto con un fuerte abrazo, dejándolos sin aire. Mientras recuperaban el aliento, Carlos dijo.
—Ustedes deben ser Axel y Sam —dijo esto mientras apuntaba a cada uno de manera en la que invertía sus nombres.
Ambos trataron de corregirlo, cuando fueron nuevamente interrumpidos por Carlos.
—Llegan justo a tiempo para la prueba física, ya que solamente la actitud no es lo que cuenta. Vamos chicos, den todo de sí mismos.
Ambos vieron esto como una oportunidad para demostrar quién era mejor, así empezando la prueba física (batalla de egos).
Round 1: Prueba de flexibilidad.
Las pruebas empezaron y la media era de 3 a 5 centímetros por delante de sus pies, pero Axel y Sam rompieron record histórico, hasta superando al capitán. Axel con unos humildes 14 centímetros, mientras Sam, con unos 18 centímetros, logro llevarse el punto en esta prueba.
Axel estaba incrédulo ante su primera derrota, y Sam solo lo miraba con superioridad.
—Por favor, déjenme volver a intentarlo, es que no calenté —Exclamó Axel, sin poder asimilar su derrota.
Sam trató de detenerlo alegando que aceptara los resultados finales, pero Carlos interrumpió.
—El querer mejorar no es sinónimo de debilidad, Axel. Adelante puedes volverlo a intentar.
Los ojos de Axel se iluminaron. Se apresuró para calentar e intentarlo de nuevo. Esta vez llego a los 16 centímetros, pero no estaba conforme con el resultado. Volvió a hacerlo varias veces, pero igual su máximo fue 16 centímetros al final solo le toco resignarse y a duras penas dejar ganar a Sam por esta vez.
Round 2: Lagartijas por minuto.
Después del minuto se empezaron a contar los resultados, la media general fue de 39 lagartijas, pero nuevamente ambos superaron el promedio, Sam con unas pocas 46 lagartijas, mientras que sin mucho esfuerzo Axel logro unas 54 (iba a madres el cabron).
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Amor a primer cuarto
RomanceSam siempre ha estado enamorado de su amiga de la infancia, Gaby, pero tras ser rechazado, sus planes de conquistarla se ven amenazados por Axel, un chico nuevo y talentoso jugador en su equipo de baloncesto. A pesar de su creciente rivalidad, con e...