03. El desempate

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La clase había terminado, y todos tomaban sus cosas para regresar a sus actividades correspondientes. Sin embargo, Sam, Axel y Carlos se quedaron más tiempo: Sam y Axel para cumplir con su castigo, y Carlos para supervisar que hicieran su trabajo y no volvieran a pelear. La cancha era un desastre, ya que sus compañeros aprovecharon que no tenían que limpiar nada y no se preocuparon en echarles una mano.

Carlos por su parte seguía molesto con los chicos, pero eso no cambio su espíritu de compañerismo para que se reconciliaran. Trato hacer de todo para, aunque sea tener un nuevo comienzo, pero nada funciono, ambos habían quedado tan alterados que por la paz decidieron en ni siquiera dirigirse la mirada.

En un momento, el entrenador solicito urgentemente la ayuda de Carlos, ya que como capitán tenía que hacer cosas de capitán (el papeleo de todos los nuevos).

—Chicos, yo sé que no son los mejores amigos del mundo, pero ahora tengo que hacer algo importante, por favor no hagan ningún desastre y mucho menos se dañen, deben de entender que es lo mejor para todos, aun así, no voy tardar mucho, así que espero que todo esté limpio cuando regrese, besos —dijo Carlos algo apurado mientras se iba con el entrenador.

A los chicos ni les dio tiempo para quejarse, pero de igual forma ya no se sentían con energía para seguir peleando.

Ambos siguieron con lo suyo, pero Sam comenzó a sentir algo de remordimiento, de ponerse a pensar en las decisiones que había tomado y como habían ido las cosas, ya que sus peleas habían comenzado a afectar a gente que se preocupaba por ellos y querían que estuvieran bien, así reunió todo el coraje que pudo, se tragó su orgullo y se abrió hacia Axel.

—Oye, yo sé que no tuvimos el mejor comienzo, ni tampoco creo que nos sigamos llevando muy bien, pero, realmente hay gente a la que esto le está afectando, que te parece si hacemos una tregua por el bien de ellos.

—¿A qué te refieres con "ellos"? —dijo Axel levantando la mirada.

—Me refiero a Gaby y a Carlos, se han estado esforzando mucho en que mínimo no nos matemos con tan solo acercarnos, realmente les importamos y nosotros simplemente nos seguimos peleando por un absurdo mal comienzo, sé que no soy el mejor, pero lo intento y no creo merecer este trato por parte tuya —Explico Sam.

Fue ahí cuando Sam fue interrumpido por Axel bastante molesto, el cual dijo.

—Para tu información, el que empezó con todo este circo fuiste tú, yo simplemente reaccione a la forma en la que me trataste.

—Ósea sí, pero pasado pisado, así que... ¿Qué opinas?

Axel lo pensó seriamente por un breve momento, pero ya estaba cansado de todo este asunto y apenas era el primer día, probablemente todo haya sido un enorme malentendido y tal vez si habían exagerado un poco.

—Sabes han sido muchas coincidencias entre nosotros dos, ambos somos aficionados al básquet, estamos en las mismas clases y hasta nos llevamos bien con la misma persona, en cierta parte si es necesario que mínimo nos tratemos decentemente, además prácticamente estamos todo el día juntos —dijo Axel.

Sam respondió con un tono aliviado.

—Uff, me alegra que nos empecemos a entender, espero que pronto dejes ese jueguito de coquetearle a Gaby, porque realmente me estaban poniendo muy incómodo.

Ante tal declaración Axel no pudo evitar poner una cara de asco, a lo que Sam notando su disgusto, trato de aclarar lo antes mencionado.

—Espero que entiendas mi punto de vista, tampoco es para que te lo tomes personal, lo digo por tu bien y sobre todo por el suyo, tampoco es como si pudieras llegarle si quiera a los talones a Gaby, no es porque estés mal, si no que ella no merece un tipo que simplemente "no está mal" —Dijo esto mientras trataba de reconfortarlo dándole unas palmadas en la espalda, pero automáticamente esto hizo que Axel se quitara bruscamente la mano de Sam y retractara de lo que acababa de decir hace unos segundos, retrocedió y arremetió.

Amor a primer cuartoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora