RESCATATE | Danilo Sánchez | Matías Recalt

XXXIII

     ns pq saludan, pero pongan sus holas acá pq me los ponen en los diálogos y ndqv, les amo 💋❤️

𓆝 𓆟 𓆞 𓆝

— ¿Por qué te quedas callada de onda? — rompió el silencio después de unos minutos —. ¿Ya no tenés charla conmigo cuando no está Carlos? —.

— ¿Qué decís? — se burló ella para después negar —. Nada que ver, estaba pensando nomás —.

— ¿En qué pensás? — indagó curioso, sentándose sobre un balde —. ¿En otro pibe? —.

Ella rió para después volver su mirada a sus manos. La expresión de Danilo cambió cuando ella levantó su mirada con una sonrisa burlona.

— ¿Estás pensando en otro vos? — susurró mirándola.

— Capaz en el castaño ese de la otra vez — se burló mientras acercaba sus piernas a su pecho, tomándolas con sus manos —. Re lindo ese —.

— Mira vos — susurró Sánchez mientras jugaba con la goma de cabello que tenía en su brazo —. Te lo chapaste y todo seguro —.

— ¿Vos decís que debería ir ahora? — susurró ella levantándose —. Por mí no hay problema, viste —.

Él soltó todo el aire que estaba guardando sintiendo cómo los celos se apoderaban completamente de su mente. Al igual que varios pensamientos intrusivos, sin saber que ella se refería a él.

Martina sonrió al darse cuenta de sus celos y se recostó contra la pared mirando el cielo. Ambos estaban en el techo de un edificio; después de la práctica de Danilo en Liniers, habían decidido ir allí.

— Y sí — escupió él con enojo —. Anda, cómetelo todo, dale —.

Ella rió con gracia, logrando llamar su atención. Al ver cómo ella mantenía la risa, él frunció el ceño.

— ¿Qué te reís vos? — preguntó levantándose mientras se acercaba —. ¿Te da risa verme así? Mira que las ganas que me dieron de romperle la cara a ese pibe son indescriptibles —.

— ¿Tanto te gustó para que te pongas así? — se burló ella viéndolo a unos pasos de su cuerpo —. Mira que toda esa rabia que tenés tendrías que descargarla dándome un re beso, ¿sabes? —.

— ¿Qué decís? — se quejó él negando —. ¿Qué te pasa a vos? Mira que a veces sos re rara, che —.

— Buee — se quejó para voltearse —. Seguro el otro pibe sí me daba un re chape — negó para comenzar a alejarse.

La mandíbula del chico se tensó; tomó el brazo de la chica, volteándola de un solo estirón. Para después acorralarla en la pared.

Ante el repentino cambio de su mirada, Martina tragó saliva, sin quitarle la vista de encima.

— ¿Qué haces? — preguntó nerviosa —. Mira que era todo joda —.

— ¿Qué era joda? — preguntó él algo molesto —. ¿Qué tenés a otro? —.

— Buee — se quejó mirando a otro lado al sentirse acorralada —. Mira que no somos nada y me celas, medio raro sos —.

Él bajó su vista a los labios de la muchacha, los cuales estaban entreabiertos y prácticamente temblando mientras ella lo observaba. Al levantar nuevamente sus ojos para encontrarse con los suyos, mantuvo su mirada demandante.

— Bueno, no sé — comenzó —. Yo sí quiero que seas mi wacha, vo’ nomás sos la que no quiere tener nada serio — negó —. Encima me decís que te gusta otro después de besarme como ocho veces —.