꒰★+꒱𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐒𝐎𝐔𝐋*ੈ✩‧₊˚
𝐄𝐥 𝐃𝐄𝐌𝐎𝐍𝐈𝐎, 𝐂𝐎𝐍 𝐒𝐔 𝐂𝐀𝐁𝐄𝐋𝐋𝐄𝐑𝐀 𝐑𝐔𝐁𝐈𝐀 enmarañada y revuelta, se incorporó con esfuerzo. Un leve dolor se reflejaba en sus ojos aún entrecerrados por el sueño. Se sentó sobre la suave y mullida superficie, sus músculos protestando por el movimiento.
Desorientado, miró a su alrededor. La penumbra lo envolvía todo, apenas iluminada por unos tenues rayos de luz que se filtraban por una pequeña abertura de la cortina. Su mirada rojiza se dirigió hacia su costado izquierdo, encontrándose con el torso desnudo de Ethan.
Un gemido involuntario escapó de sus labios. Se levantó de la cama, tambaleándose, y se dirigió al baño. Abrió la puerta y se acercó al lavabo, al verse en el espejo, observó las marcas en su cuello y pecho, huellas evidentes de la pasión de la noche anterior.
Un bostezo escapó de sus labios mientras murmuraba, con voz aún adormilada:
—Y yo que solo quería dormir.
Abrió la llave del lavabo para lavarse la cara y, tras secarse con una toalla, salió del baño sintiéndose un poco más despierto. Sus pasos lentos y cautelosos lo llevaron al desastre de ropa que se había formado en el suelo. Buscó entre las prendas hasta encontrar su bóxer y se lo puso, ajustándolo a su cuerpo. De pronto, sus ojos se posaron en la polera que había usado Ethan la noche anterior.
Sin pensarlo dos veces, se la puso. La prenda olía ligeramente a él, un aroma familiar que le provocó una sensación de confort. La polera le quedaba un poco holgada, pero no le importó. Simplemente se dirigió a la cama, donde el albino aún dormía plácidamente.
—Oye, despierta—Llamo, moviendo ligeramente el cuerpo de Ethan—Ethan, tienes que levantarte.
Un gemido ahogado se escapó de los labios de Lucifer cuando Ethan lo jaló hacia él. Su cuerpo chocó contra la suavidad del colchón mientras los brazos del chico lo envolvieron, provocando una sonrisa en él. Lucifer se acurrucó en el pecho del chico, disfrutando de la calidez del abrazo.