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꒰★+꒱𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐒𝐎𝐔𝐋*ੈ✩‧₊˚
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𝐄𝐋 𝐕𝐔𝐄𝐋𝐎 𝐃𝐔𝐑𝐀𝐁𝐀 𝟏𝟎 𝐇𝐎𝐑𝐀𝐒, 𝐏𝐄𝐑𝐎 𝐘𝐀 𝐒𝐄 𝐏𝐎𝐃𝐈𝐀 𝐕𝐄𝐑 𝐄𝐋 𝐒𝐎𝐋 𝐌𝐀𝐓𝐔𝐓𝐈𝐍𝐎 𝐅𝐈𝐋𝐓𝐑𝐀𝐑𝐒𝐄 𝐏𝐎𝐑 𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐍𝐓𝐀𝐍𝐀 𝐃𝐄𝐋 𝐀𝐕𝐈𝐎́𝐍, bañando el rostro de Lucifer en una luz tenue. Se despertó con un leve parpadeo, aún adormilado. Bostezando perezosamente, miró a su alrededor. Ethan, a su lado, dormía plácidamente, con la cabeza apoyada contra la ventanilla. Una sonrisa se dibujó en los labios de Lucifer.
Para combatir el aburrimiento durante el vuelo, Lucifer tomó el teléfono de Ethan, que reposaba sobre la mesita plegable. Desbloqueó el dispositivo sin dificultad, pues ya se había memorizado la contraseña del albino, y se dirigió a la aplicación de juegos. No era la primera vez que lo hacía; desde que comenzó su peculiar "amistad" con Ethan, el teléfono del chico se había convertido en una fuente de entretenimiento para él.
En la pantalla, una gran variedad de juegos de patos lo saludaban. Desde simuladores de crianza hasta juegos de carreras, la colección era tan vasta como peculiar. Lucifer se rio entre dientes mientras seleccionaba uno al azar.
Las siguientes horas se le pasaron volando. Creó patitos de diferentes colores y formas: algunos graciosos, otros elegantes y otros simplemente extravagantes. Se estaba divirtiendo tanto con el juego que no se dio cuenta de que Ethan se había despertado y lo observaba con una sonrisa divertida.
Ethan, con la voz áspera por el sueño, apenas murmuró:
—¿Qué haces?
Lucifer, sin apartar la vista del teléfono, respondió:
—Diseñando patitos. Mira, este es el Capitán Ethan.
Ethan se inclinó para ver al patito virtual y una carcajada escapó de sus labios.
—Es adorable—Dijo con ternura en su voz.
—¿Te gusta?—Preguntó Lucifer, con un brillo travieso en sus ojos.