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꒰★+꒱𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐒𝐎𝐔𝐋*ੈ✩‧₊˚
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𝐋𝐎𝐒 𝐏𝐀𝐒𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐄𝐓𝐇𝐀𝐍 𝐘 𝐀𝐋𝐀𝐒𝐓𝐎𝐑 𝐑𝐄𝐒𝐎𝐍𝐀𝐁𝐀𝐍 con energía en la espaciosa planta principal del hotel. La extensa gira por las instalaciones había concluido, dejando en ambos una innegable sensación de satisfacción. La conversación fluía naturalmente entre ellos, revelando intereses y experiencias compartidas que parecían tejer una conexión cada vez más fuerte, una conexión que se había ido forjando durante el recorrido.
Minutos después, Charlie descendió las escaleras y se dirigió hacia la sala de descanso donde se encontraban los dos conversando. Su presencia no irrumpió en la fluidez de la conversación, sino que se integró de forma natural, como una pieza que encajaba a la perfección en un rompecabezas.
—¿Y qué tal el tour por el hotel?—Preguntó Charlie mientras se sentaba en el sofá, con una sonrisa expectante en sus labios.
—Estuvo divertido, Alastor me contó muchas cosas interesantes—Respondió Ethan, con una sutil sonrisa.
—Me alegra mucho saberlo—Dijo Charlie, sus ojos brillando con satisfacción—Parece que ustedes dos se han llevado de maravilla.
—Es más que eso, Charlie—Intervino Alastor, dirigiendo su mirada hacia Ethan con una intensidad inusual—Ethan es como una melodía pegadiza que no puedo sacar de mi cabeza. Eres... intrigante.
—Vaya, gracias—Respondió Ethan, con una sonrisa divertida en su rostro mientras le guiñaba un ojo a Alastor—Yo también me siento complacido por tu actitud carismática.
Un leve rubor se extendió por las mejillas de Alastor, como una ola carmesí que teñía su piel. La respuesta de Ethan lo había sorprendido, descolocado por completo. Su mirada se desvió hacia otro lado, buscando refugio en la neutralidad del paisaje, tratando de ocultar la turbación que sentía en su interior. La sonrisa traviesa de Ethan, adornada con un guiño juguetón, había abierto una puerta a emociones que Alastor no esperaba experimentar.