𝐈 𝐆𝐎𝐓 𝐀 𝐂𝐑𝐔𝐒𝐇 𝐎𝐍 𝐘𝐎𝐔 ꩜ 𝐉𝐀𝐘𝐖𝐎𝐍 ᰔᩚ

ii

Jay no conoció a Jungwon en la universidad, ni tampoco en sus ayudantías.

Él conoció al menor cuando iban aún en la escuela, lo que no le enorgullecía para nada.

Jay no era un tipo muy popular en esos días, de hecho lo molestaban bastante por ser buen estudiante. Solían decirle apodos y exigirle que hiciera las tareas de los demas.

Usaba unas gafas con correa por detrás, que usualmente estaban sujetas a una cinta adhesiva por el medio, por que solían romperlas o golpearlo para intimidarlo, y no valía la pena comprar unas nuevas cada vez que eso sucedía.

No le gustaba mucho hablar, porque aún se equivocaba en palabras ya que había vivido su infancia en el extranjero, y eso también generaba burlas de sus compañeros.

Jungwon tampoco era el rey de la popularidad escolar.
El chico solía ser molestado por su físico, ya que no era igual a los demás niños, aunque a Jungwon poco le importaba.

Si lo golpeaban, el respondía.
Si decían que era horrible, los ignoraba.

Nunca dejo que los demás lo vieran débil ante esos cometarios, aunque por dentro le dolían.

Pero él si tenía amigos, y trataba de disfrutar la época escolar con ellos. No así Jay, que a pesar de llevar unos años estudiando allí, no tenía ningún amigo salvo uno de sus vecinos, quien era un año menor.

Cuando Jay tenía unos quince años tuvo uno de sus primeros encuentros con el menor. Miraba desde una distancia prudente durante la salida de clases como tomaban al menor para golpearlo, y este respondía con patadas torpes, gritos y mordiscos. Lo conocía, no era un secreto el hecho de que molestaban a Jungwon, y ese colegio no era muy grande.

Luego de que le dejaran un par de moretones y rompieran unas hojas que llevaba el menor en su mochila, los que golpeaban a Jungwon se fueron, y Jay decidió ir a ayudar al chico, que estaba tirado en el suelo con un par de heridas en la cara.

— ¿Necesitas que te lleve a enfermería?— preguntó el mayor acercándose a Jungwon con la intención de ayudarlo.

— No, puedo ir solo— Jungwon se levantó, sacudiendo su ropa, y luego comenzó a caminar con dirección a la salida de la escuela.

"¿Cómo lo hace para aguantar todo y aún así verse siempre digno ante la situación?" pensaba Jay.

Su segundo encuentro fue un mes después. Jay tenía su trabajo de ciencias sociales listo, una maqueta con la historia de la guerra de Corea perfectamente hecha.

Caminaba por el pasillo de la escuela para dejar la maqueta en su casillero y evitar que los demás la tomaran, pues se había negado a hacer el trabajo de los chicos que lo
solían golpear.

Ya estaba por llegar cuando fue detenido por Dakho, probablemente la persona que más lo odiaba en ese lugar.

— Supongo que este es mi trabajo, ¿no? Felicidades, te ha quedado hermoso— el chico triplicaba en tamaño a Jay, por lo que este era rápidamente intimidado cuando le hablaba.

— Este... no pero si quieres puedo hacer uno para ti—contestó Jay intentando no sonar nervioso.

— Pero Jay-ah! Esta me gusto a mi— ahora el chico comenzó a tocar la maqueta y Jay intentó seguir caminando, pero fue detenido nuevamente por alguien que lo tiraba por el cuello de su camiseta — Me la vas a dar.

— Pero es mi trabajo, Dakho.

— Me importa una mierda, dámela o la rompo.

Jay negó con la cabeza, no estaba dispuesto a botar su esfuerzo a la basura, esto generó más enojo aún por parte de Dakho, quien comenzó a acercarse para quitarle el trabajo y darle un golpe.