𝙀𝙨𝙘𝙖𝙥𝙚 𝙩𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖𝙙𝙞𝙨𝙚 [Single's Inferno Season 2]

３３

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『••✎••』

En el transcurso de la noche, varias personas se desprendieron del círculo de diálogo, aclamando la necesidad de ir al baño, hablar con alguien en privado, cambiar el atuendo a uno más acorde al decrecimiento de las temperaturas (y puesto que el fuego llevaba tiempo extinguido), o, simplemente, yendo a dormir, pues estaban cansados después de tantas emociones en el día.

De esta forma, Dongwoo había solicitado a Seulki una charla privada. Casi todas las chicas, menos Nadine y yo, estaban junto a Jinyoung. Jongwoo y Hanbin, cansados de tanto melodrama, se encontraban en la entrada de su propia carpa, hablando de a saber qué. Soe, por su parte, quería hablar las cosas claramente con Yoongjae. Aunque, ahora que lo pienso, no tengo idea de dónde están Jia o Misun.

“ Deben de haberse quedado con Jinyoung en la hoguera ”, pensé.

— Iré a despejarme un rato antes de dormir — informé a Nadine, mientras agarraba mi libreta, testigo de tantas emociones. Sólo recibí un breve murmullo de afirmación de su parte, signo de que ya estaba casi cayendo dormida.

Cuando crucé por delante de la habitación de los chicos, aquellos dos ya nombrados me recibieron con sonrisas genuinas. No tenía pensado iniciar ninguna conversación con ellos, pero existía tanta química entre nosotros que la atracción fue inevitable.

— ¿Qué os contáis por aquí? — pregunté, tras apoyar mis brazos en el suelo de la plataforma y reclimando mi cabeza en ellos.

— Descansando del día que llevamos — comentó Hanbin, desprendiendo positivismo por cada poro de su piel — ¿A dónde vas tú?

— Escribiré un poco para ordenar mis pensamientos.

— ¿Quieres compañía? — se ofreció galantemente, con una sonrisa que mucho esfuerzo me costó obviar para negar su ofrecimiento, retomando de nuevo mi camino.

— Estaré bien. También necesito silencio y estar conmigo misma.

— Nos vemos mañana, entonces — se despidieron alegremente ambos, agitando sus manos en mi dirección.

Pese a que ya era bastante tarde, cerca de media noche, y el frío junto a la humedad eran notables, la Cabaña fue el sitio que opté. Asientos un tanto incómodos, pero con todo a mi alcance para poder escribir a gusto. Una mesa, silencio, el sonido del mar, artilugios y mis pensamientos. Una mezcla perfecta para continuar con la extraña canción que de una forma o de otra siempre tenía la misma musa. Hanbin.

<< Si hacemos contacto visual al mirarnos en secreto, sólo sonríe >>

El primer día. Estamos en el ecuador del programa, pero todavía recuerdo ese momento como si fuera ayer. Recuerdo caminar por aquella pasarela hecha de madera. Mis tacones provocaban un ruido seco en el ambiente. Instintivamente lo miré a él. No sabía que sería una de tantas. Como fue el primero que me saludó alegremente. El resto de los días, aunque algunos fueron más amenos que otros, la situación no se desvió tanto como para lamentarlo todo. Mis ojos seguían cada uno de sus pasos. También podía sentir los suyos sobre mí. En cada competición, cada comida, cada charla y cuando nos encontrábamos furtivamente por la isla.