𝙀𝙨𝙘𝙖𝙥𝙚 𝙩𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖𝙙𝙞𝙨𝙚 [Single's Inferno Season 2]

１８

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『••✎••』

— Vamos a echarnos a adivinar, ¿cómo crees que es? — pregunté, ya divisando a nuestro objetivo en la lejanía.

— Creo que será como pienso. Alguien reservado e incluso muy divertido — comentó Seulki — O tal vez no, es que no lo sé. No sé cómo puede ser, es un misterio.

— Hola — saludamos a la vez cuando nos sentamos junto a él. Estábamos en “El Jardín”, para mí uno de los lugares más bonitos y románticos de la isla.

— ¿Llevas mucho esperando? — pregunté, deseando que no fuera así. Bajo mi perspectiva, no hemos tardado tanto en llegar.

— Para nada, no — negó él.

— Que calor hace — murmuró Seulki, a lo que Jinyoung y yo asentimos.

— Gracias por elegirnos y dejarnos disfrutar de esta comida — agradecí. Él volvió a negar, era un hombre de pocas palabras — Puede que aún no lo sepas, pero no solemos comer estas cosas todos los días.

— Tú de momento sí, que ganaste la otra vez también — me chinchó Seulki.

— ¿Hubo una competición de chicas? — preguntó él interesado.

— Sí, ayer de hecho — contesté — Digamos que me las apaño para siempre comer bien.

— Tengo hambre — murmuró Seulki de nuevo.

— Si, vamos a comer ya mejor — dijo Jinyoung, que comenzó a su vez a cortar las chuletas por nosotras y untarlas con algo de salsa.

— ¿Sueles echarles salsa? — preguntó un poco preocupada Seulki.

— Le echaré sólo a la mitad y así podemos comer cómo prefiramos — indicó. Tras agradecer tal educado gesto, nos quedamos quietas. En Corea es común esperar a que el chico deje los primeros trozos de la comida encima del plato de la chica, como muestra de cortesía, así que eso esperábamos — Servíos vosotras mismas — balde de agua fría para Seulki. Como yo vivo en el extranjero, realmente lo extraño es no hacerlo tú misma, así que cogí dos trozos y los deposité en mi plato.

— Eres carismático — susurró avergonzada Seulki.

— Estoy nervioso — admitió él. Yo sólo comía mientras ellos hablaban.

— ¿Y cómo te consideras entonces? — le preguntó Seulki, bastante interesada por conocer a quién tenemos delante.

— Soy algo tímido con los desconocidos. Encima, os he invitado a comer conmigo nada más llegar, me pone más tímido todavía — confesó.