🌑 One shot 🌑

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Hades, el dios del inframundo, se enamoró de Perséfone, la hija de Deméter, la diosa de la agricultura

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Hades, el dios del inframundo, se enamoró de Perséfone, la hija de Deméter, la diosa de la agricultura. Un día, mientras Perséfone recogía flores en un prado, Hades emergió de las profundidades de la tierra en su carro tirado por caballos y la secuestró llevándola consigo al inframundo.

Deméter, devastada por la desaparición de su hija, dejó de cuidar la tierra, lo que provocó una gran sequía y hambruna en el mundo mortal. Ante el sufrimiento de los humanos, Zeus intervino y ordenó a Hades que devolviera a Perséfone a la superficie.

Sin embargo, Perséfone había comido seis semillas de granada en el inframundo, lo que la ataba al reino de los muertos. Como resultado, se acordó que pasaría una parte del año con Hades y la otra parte con su madre Deméter.

Me base en este relato para basarme en este One shot.

En las vastas tierras del desierto, donde el sol abrasador daba paso a la frescura de los oasis, Anubis, el señor del inframundo, se encontraba cautivado por la presencia serena de TN, el hijo de Thoth y Maat

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En las vastas tierras del desierto, donde el sol abrasador daba paso a la frescura de los oasis, Anubis, el señor del inframundo, se encontraba cautivado por la presencia serena de TN, el hijo de Thoth y Maat. Desde su primera mirada, Anubis se había encaprichado y enamorado perdidamente de la gracia y la belleza de TN.

Cada vez que TN se sumergía en el oasis para bañarse, Anubis lo observaba desde la distancia, con ojos que brillaban con una mezcla de deseo y admiración. La imagen de TN, con el agua cristalina acariciando su piel dorada por el sol, era como un poema de la naturaleza que Anubis no podía resistir.

Las primeras veces que Anubis lo observó, se mantuvo oculto entre las sombras de las palmeras, su mirada intensa siguiendo cada movimiento grácil de TN mientras se sumergía en las aguas refrescantes. La luz del sol danzaba sobre la superficie del oasis, creando destellos que resaltaban la belleza de TN, una belleza que Anubis anhelaba poseer.

Con el tiempo, la atracción de Anubis hacia TN se convirtió en una necesidad obsesiva. No solo lo observaba mientras se bañaba, sino que también lo contemplaba cuando descansaba en la arena, su piel bronceada absorbida por el calor del desierto. Anubis, desde la distancia, sentía el calor emanando de la piel de TN, deseando acercarse y sentir su propia esencia entrelazada con la de él.

Siendo padres- BL (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora