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Era una mañana clara y tranquila cuando Seungho se despidió de su esposo TN y su hijo Min-hi en la entrada de su finca

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Era una mañana clara y tranquila cuando Seungho se despidió de su esposo TN y su hijo Min-hi en la entrada de su finca. La finca, un lugar de paz y prosperidad, estaba rodeada de vastos campos verdes y bosques frondosos. La casa principal, de arquitectura elegante y robusta, había sido su hogar y refugio.

Seungho, un alfa de porte imponente y mirada firme, se inclinó para besar a TN, su omega, y luego acarició suavemente la cabeza de su pequeño hijo. TN, con su mirada dulce y comprensiva, sonrió a su esposo, aunque sus ojos mostraban un rastro de preocupación.

Seungho. Volveré pronto. -prometió Seungho, abrazando a TN una última vez.- Cuida de Min-hi y de la finca.

Tn. Lo haré, amor - respondió TN, su voz suave pero firme.- Ten cuidado en tu viaje.

Con una última mirada amorosa a su familia, Seungho montó en su caballo y se dirigió hacia el horizonte, dejando atrás la seguridad de su hogar para atender asuntos urgentes en la ciudad.

Días después de la partida de Seungho, la tranquilidad de la finca fue abruptamente interrumpida. Era una noche sin luna, y el aire estaba cargado de una sensación inquietante. TN, sintiendo una extraña tensión, estaba en la habitación de Min-hi, tratando de calmar a su hijo que lloraba incesantemente.

De repente, un estruendo ensordecedor resonó a través de la finca. Las puertas fueron forzadas y las ventanas se rompieron en mil pedazos. Un grupo de hombres armados, con rostros cubiertos y ojos llenos de furia, irrumpió en la casa principal. Sin previo aviso, comenzaron a destruir todo a su paso, prendiendo fuego a los muebles y cortinas.

TN, con Min-hi en sus brazos, corrió hacia el sótano donde los sirvientes ya estaban buscando refugio. El caos reinaba mientras el fuego se propagaba rápidamente, devorando todo a su paso. TN trató de mantener la calma, consolando a Min-hi mientras escuchaba los gritos y los sonidos de la destrucción a su alrededor.

Uno de los atacantes, un hombre de complexión robusta, se abalanzó sobre TN, golpeándolo con violencia. El dolor fue inmediato y abrumador, y TN sintió cómo su ojo derecho se hinchaba y se cerraba debido al impacto. Sin embargo, no dejó de proteger a Min-hi, asegurándose de que su pequeño hijo estuviera a salvo en sus brazos.

Después de resolver sus asuntos en la ciudad, Seungho regresó a la finca con la esperanza de encontrar a su familia bien. Pero lo que encontró al llegar lo dejó helado. La finca, que una vez había sido un lugar de paz, ahora era un paisaje de devastación. La casa principal estaba en ruinas, con humo aún elevándose de los restos quemados. Los jardines estaban destruidos y el suelo estaba salpicado de escombros.

Seungho. ¡TN! ¡Min-hi!

gritó Seungho, su voz llena de desesperación mientras corría entre los escombros. Su corazón latía con fuerza, y el miedo lo consumía al pensar en lo que podría haberle sucedido a su familia.

Buscó frenéticamente en cada rincón, levantando muebles caídos y removiendo escombros, hasta que finalmente encontró la entrada al sótano. Con manos temblorosas, abrió la puerta y descendió rápidamente.

En el sótano, rodeados por los sirvientes, Seungho encontró a TN y Min-hi. TN estaba sentado en el suelo, abrazando a Min-hi con fuerza, y su rostro mostraba signos de haber sufrido mucho. Su ojo derecho estaba morado y hinchado, y había cortes y contusiones en sus brazos y rostro.

Seungho. TN...  -susurró Seungho, arrodillándose junto a su esposo y tocando suavemente su rostro herido.- ¿Estás bien? ¿Y Min-hi?

TN levantó la mirada, sus ojos llenos de lágrimas pero también de alivio al ver a Seungho.

Tn. Estamos vivos, gracias a los sirvientes que nos ayudaron a escondernos. Pero... el ataque fue brutal. No sé quiénes eran ni por qué lo hicieron.

Seungho apretó los dientes, sintiendo una ola de rabia y desesperación.

Seungho. Prometo que encontraré a los responsables de esto. Nadie se atreve a hacerle daño a mi familia y queda impune.

Seungho llevó a TN y Min-hi a un lugar seguro, donde podrían recibir atención médica y recuperarse del ataque. Mientras TN sanaba de sus heridas, Seungho comenzó a investigar incansablemente, decidido a encontrar a los atacantes y asegurarse de que pagaran por lo que habían hecho.

Reunió a un grupo de hombres leales y bien entrenados, y con su liderazgo, se embarcó en una misión para desentrañar la verdad detrás del ataque. Siguiendo pistas y rastreando rumores, Seungho descubrió que el ataque había sido orquestado por un grupo rival que buscaba debilitar su posición y tomar el control de sus tierras.

Con esta nueva información, Seungho planeó una contraofensiva meticulosa. Atacó a los responsables con una fuerza implacable, asegurándose de que cada uno de ellos pagara por su traición. La justicia fue rápida y decisiva, y Seungho no dejó que ningún culpable escapara.

Con los atacantes derrotados y la seguridad restaurada, Seungho regresó a TN y Min-hi, llevando consigo la promesa de un futuro más seguro. La finca fue reconstruida, y aunque las cicatrices del ataque nunca desaparecerían por completo, la familia encontró la manera de seguir adelante.

TN, apoyado por el amor y la protección de Seungho, se recuperó completamente, aunque el recuerdo del ataque nunca se desvanecería por completo. Min-hi, aún pequeño, creció rodeado del amor y la fortaleza de sus padres, aprendiendo de ellos el valor del coraje y la resiliencia.

Con el tiempo, la finca volvió a ser un lugar de paz y prosperidad. Seungho y TN, fortalecidos por las adversidades que habían superado juntos, renovaron su compromiso de amor y protección mutua. Su unión se convirtió en un símbolo de fortaleza y esperanza para todos los que los conocían.

Juntos, Seungho y TN enfrentaron cada desafío que la vida les presentaba, siempre con la certeza de que mientras estuvieran juntos, podrían superar cualquier obstáculo. Y así, con su amor inquebrantable, continuaron construyendo un futuro lleno de esperanza, asegurándose de que su legado de fortaleza y amor perdurara para siempre.


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Siendo padres- BL (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora